Cuando actuamos como socorristas, un aspecto fundamental a controlar es la respiración. ¿Sabes que con un sencillo movimiento puedes abrir la vía aérea y evitar que una persona inconsciente se asfixie?
El sistema respiratorio consta de dos partes:
- Las vías respiratorias superiores.
- Las vías respiratorias inferiores.
El aire se inhala por la nariz, donde se calienta y humedece. Luego, pasa a la faringe, sigue por la laringe y penetra en la tráquea.
A la mitad de la altura del tórax, la tráquea se divide en dos bronquios, estos a su vez, en el interior de los pulmones se dividen de nuevo, una y otra vez hasta convertirse en bronquiolos. Al final de los bronquiolos se encuentran unos pequeños sacos de aire llamados alveolos, aquí se realiza el intercambio de gases con la sangre. Se considera que en conjunto hay 20 divisiones del árbol respiratorio
Cuando el aire llega a los alveolos, parte del oxígeno que lleva atraviesa las finísimas paredes y pasa a los glóbulos rojos de la sangre y el dióxido de carbono que transportaba la sangre pasa al aire. Así la sangre se enriquece en oxígeno y se empobrece en dióxido de carbono.
Gas producido por la respiración que es necesario eliminarlo al exterior
Gas imprescindible para la vida, que entra con el aire inspirado