Son varias las situaciones que pueden originar una urgencia vital. Fundamentalmente encontramos las enfermedades cardiovasculares y los accidentes de tráfico, que suponen dos de las tres primeras causas de mortalidad en España. Otras causas de muerte súbita menos frecuentes son las enfermedades respiratorias, las cerebrovasculares, la ingestión de productos tóxicos (drogas, alcohol)...
A consecuencia de estas situaciones se puede llegar a producir un paro cardiorrespiratorio que en ocasiones es reversible.
Situación aguda que compromete la vida
Situación mortal en el que las funciones del aparato cardiovascular y el respiratorio se detienen, provocando la muerte del paciente