1.- Signos de compromiso vital.

Son varias las situaciones que pueden originar una urgencia vital. Fundamentalmente encontramos las enfermedades cardiovasculares y los accidentes de tráfico, que suponen dos de las tres primeras causas de mortalidad en España. Otras causas de muerte súbita menos frecuentes son las enfermedades respiratorias, las cerebrovasculares, la ingestión de productos tóxicos (drogas, alcohol)...

A consecuencia de estas situaciones se puede llegar a producir un paro cardiorrespiratorio que en ocasiones es reversible.

Situación aguda que compromete la vida

Situación mortal en el que las funciones del aparato cardiovascular y el respiratorio se detienen, provocando la muerte del paciente

Determinar con rapidez los signos que nos orientan hacia una situación en la que está comprometida la vida de una persona mejora las probabilidades de supervivencia y reduce las posibles secuelas.
Una víctima está tendida en el suelo. Un miembro del equipo de emergencias acaba de ponerle en posición lateral de seguridad. Otra mujer del equipo de emergencias se acerca apresurada hasta la víctima para ayudar en su atención. Ambos miembros del equipo de emergencias visten chalecos reflectantes de seguridad.

El Comité de Coordinación Internacional sobre la Resucitación (ILCOR) es un organismo creado a fin de establece los protocolos de actuación en materia de resucitación cardiopulmonar mediante el consenso de científicos internacionales. En este comité encontramos las más prestigiosas asociaciones médicas especializadas en técnicas de resucitación, como la Asociación Americana del Corazón (AHA) o el Consejo Europeo de Resucitación (ERC). En el año 2005 se publicaron las recomendaciones ILCOR sobre el protocolo de actuación en la resucitación cardiopulmonar básica (RCP), modificadas en algunos aspectos en el año 2010. Estas recomendaciones marcan unas directrices ampliamente aceptadas de cómo debe llevarse a cabo la reanimación, de forma segura y efectiva. El protocolo de actuación que vamos a ver en este módulo se ajusta al establecido para personas sin conocimientos médicos (ciudadanía en general).

Los protocolos de actuación en RCP son revisados y evaluados periódicamente por lo que, para estar al día, es importante consultar la información publicada en los organismos anteriores.