2.2.- Compresiones torácicas.

En el momento en que eres consciente de que una persona está sin respiración es imprescindible avisar a los servicios de emergencias. ¿Qué haces a continuación? ¿Inicias la ventilación o empiezas con el masaje?

Mónica preocupada, en la calle hablando por teléfono.
El masaje cardiaco externo es un conjunto de ciclos de compresión - descompresión cardiaca, que consiguen un flujo sanguíneo artificial.

La víctima está tendida de espaldas en el suelo, con  el pecho al descubierto. El socorrista está de rodillas a su izquierda. Las manos una encima de otra, con  los dedos entrelazados,  extendidos los de la mano exterior y encogidos los de la mano superior, y el 'talón'  de la mano inferior apoyado en el centro del pecho, justo donde termina el esternón, con los brazos extendidos.

Esta técnica es más efectiva y origina menos complicaciones si:

  • Se elige correctamente el punto de aplicación.
  • Se colocan adecuadamente las manos para la realización del masaje.
  • Se comprime el esternón con el ritmo y presión adecuados.

Arrodillados al lado de la víctima, retiramos la ropa y prendas que dificulten la realización del masaje cardiaco, así como los anillos, relojes o pulseras que llevemos en las manos y que puedan resultar molestos.

  • Elegimos el punto de masaje cardiaco situado en el centro del pecho, aproximadamente en el tercio inferior del esternón.
  • Colocamos el talón de la mano en ese punto asegurándonos de que no la hemos colocado sobre el abdomen.
  • Colocamos el talón de la otra mano encima de la primera.
  • Entrecruzamos los dedos y nos aseguramos de que no ejercemos presión sobre las costillas de la víctima.

Para realizar el masaje cardiaco, la víctima tiene que estar en posición decúbito supino, es decir boca arriba con las piernas y brazos extendidos.

Detalle de la posición de las manos del socorrista. Las manos una encima de otra, con  los dedos entrelazados,  extendidos los de la mano inferior y encogidos los de la mano superior, y el 'talón'  de la mano inferior apoyado en el centro del pecho, sobre el final del esternón de la víctima.

El socorrista se arrodilla a un lado de la víctima y se coloca en vertical sobre el pecho de la víctima, manteniendo los brazos rectos (evitar flexionar los codos).

Se trata de comprimir el esternón hacia abajo entre 4 y 5 cm. Tras cada compresión se deja recuperar el tórax, sin perder el contacto entre las manos y el esternón de la víctima. Estas compresiones deben llevar una frecuencia de unas 100 compresiones por minuto. Hay que procurar que la compresión y la descompresión duren lo mismo.

A medida que realizamos las compresiones las vamos contando en voz alta, una vez que llegamos a 30 realizamos dos insuflaciones.

Cada vez que se reanuda el masaje cardíaco, el reanimador ha de colocar inmediatamente las manos ''en el centro del tórax''.

En caso de existir dos socorristas uno se ocupará de las insuflaciones y otro del masaje cardiaco. Si es posible cada dos minutos se sustituirá al socorrista que realiza las compresiones para evitar la fatiga. En estos casos es especialmente importante que se sincronicen a fin de reducir las interrupciones del masaje cardiaco.

Hace referencia a una posición para la colocación del paciente. En concreto es cuando el paciente está tumbado boca arriba con las piernas y brazos extendidos..

Autoevaluación

Pregunta

Indica las respuestas correctas. Para realizar el masaje cardiaco:

Respuestas

La víctima tiene que estar en posición decúbito supino.

Colocamos el talón de la mano encima del esternón, aproximadamente en el tercio superior.

Presionamos con la mano, procurando abarcar la máxima superficie posible.

Colocamos el talón de la mano encima del esternón, aproximadamente en el tercio inferior.

Retroalimentación