Caso práctico
Claudia está conmocionada por el accidente, pero mantiene la calma suficiente como para cuidar de su amigo Ramón, al que le da el chaleco reflectante que tiene bajo el asiento. Unos instantes después se da cuenta de que ella no tiene chaleco de repuesto. Afortunadamente un conductor acaba de parar y Claudia le pide que coloque los triángulos de señalización y detenga a los demás vehículos. Claudia coge su teléfono móvil y mira la escena del accidente. Hay cuatro personas tumbadas que no se mueven. Ramón ha comprobado la respiración de dos de las personas heridas. Claudia se dirige rápidamente hacía una niña que está en el suelo. La pequeña está inconsciente así que llama al 112 mientras intenta detectar su respiración. Escucha a Ramón avisar de que una mujer no está respirando. Claudia intenta tranquilizarse y recordar todo lo que sabe de primeros auxilios. "La zona está protegida y los servicios de emergencias alertados. Ahora tengo que hacer la maniobra frente-mentón con cuidado y acercar mi mejilla a la boca de la niña para comprobar si respira". Claudia espera unos segundos y nota la respiración suave pero regular de la niña.
-No fue necesario que empezase con la reanimación, pero creo que si hubiese hecho falta habría olvidado todo el protocolo, -comenta más tarde a su amiga Elena.
-La actuación a seguir es sencilla para que no se nos olvide en esos momentos de tensión. -responde Elena.