6.2.- Insuficiencia cardiaca.

Una persona mayor, con el torso desnudo sobre el que hay varios electrodos pegados y conectados a un ordenador que va imprimiendo un electrocardiograma que revisa personal médico, anda sobre una cinta, mientras un enfermero le sujeta el brazo y le toma la tensión con un esfigmómetro.

El corazón bombea casi 5 litros de sangre por el organismo por minuto. Incluso en reposo, el corazón late entre 60 y 80 veces por minuto. Estos latidos son provocados por impulsos eléctricos que se originan en el marcapasos natural del corazón. En ocasiones, el corazón no es capaz de suministrar todo este volumen sanguíneo, es lo que se llama insuficiencia cardiaca.

La insuficiencia cardíaca es un síndrome, que resulta de cualquier trastorno del corazón, que cause la incapacidad de éste de llenar o bombear sangre en los volúmenes adecuados para satisfacer las demandas del organismo o, si lo logra, lo hace a expensas de una elevación crónica de la presión de llenado de los ventrículos.

La insuficiencia cardíaca casi siempre es una afección crónica y prolongada, aunque algunas veces se puede desarrollar repentinamente a consecuencia de una infección vírica del corazón.

Con frecuencia, la insuficiencia cardíaca se pasa por alto debido a la falta de una definición universalmente aprobada y a las dificultades diagnósticas, en especial si la condición se considera «leve». Aún con las mejores terapias, la insuficiencia cardíaca está asociada a una tasa anual de mortalidad de un 10 %. Es la principal causa de hospitalización en personas mayores de 65 años.

Los síntomas comunes son:

  • Dificultad respiratoria con la actividad o después de acostarse.
  • Tos.
  • Inflamación de los pies y los tobillos.
  • Inflamación del abdomen.
  • Aumento de peso.
  • Pulso irregular o rápido.
  • Sensación de percibir los latidos cardíacos (palpitaciones).
  • Dificultad para dormir.
  • Fatiga, debilidad, desmayos.
  • Inapetencia, indigestión.

Dado que es una enfermedad de tipo crónico el tratamiento es el indicado por el especialista médico. En primeros auxilios nuestra actuación se encaminará a resolver los problemas de aparición brusca que puedan sobrevenir como la parada cardiaca o dificultades respiratorias.