6.6.- Convulsiones en adultos y niños.

Se ve un esquema de rostro humano de perfil sobre fondo negro. Una línea brillante marca el perfil. Una mancha verde brillante representa el cerebro y otra la forma del ojo.

Aproximadamente una de cada veinte personas que lean este apartado sufrirá o habrá sufrido una convulsión. El 4 % de la población sufre convulsiones en algún momento de su vida. La mitad no tendrán nunca un segundo episodio.

Una convulsión es la respuesta a una descarga eléctrica anormal en el cerebro.

No es lo mismo una convulsión que una crisis convulsiva, aunque suelan utilizarse como sinónimos ambos términos. La descarga eléctrica anormal en el cerebro origina una convulsión. Según la parte del cerebro afectada, la persona puede percibir un olor o sabor extraños o si la extensión de cerebro afectada es mayor puede producirse una convulsión con sacudidas y espasmos de los músculos. La persona puede experimentar también una breve alteración de la consciencia, perder el conocimiento, el control de los esfínteres o sufrir un estado de confusión.

En la crisis convulsiva, el ataque suele durar entre 2 y 5 minutos. Cuando concluye, la persona puede tener dolor de cabeza, dolor muscular, sensaciones raras, confusión y fatigabilidad extrema (conocido como estado poscrítico). Habitualmente, no recuerda qué sucedió durante el episodio.

Algunas causas de crisis convulsivas están asociadas a:

  • Fiebre elevada: Golpe de calor, infecciones, infecciones del cerebro, meningitis, rabia, toxoplasmosis…
  • Alteraciones del metabolismo: Alteraciones en los niveles de azúcar, calcio o sodio en sangre, insuficiencia renal o hepática.
  • Oxigenación insuficiente del cerebro: Intoxicación por monóxido de carbono, ictus, ahogamiento parcial.
  • Destrucción del tejido cerebral: Tumor, traumatismo craneal, ictus, hemorragia craneal.
  • Exposición a drogas o sustancias tóxicas: Alcohol en grandes cantidades, cocaína, anfetaminas, plomo.
  • Abstinencia después de un uso excesivo: Alcohol, somníferos, tranquilizantes.
  • Reacciones alérgicas a fármacos.

Actuación.

En caso de crisis convulsiva el objetivo es evitar que durante las convulsiones la persona pueda lesionarse.

  • Procuramos tumbar a la persona en una zona segura alejando cualquier objeto con el que pueda dañarse.
  • Alertamos a los servicios de emergencias.
  • Si disponemos de un cojín o almohada lo colocaremos bajo la cabeza de la persona afectada.
  • Procuraremos aflojar los cinturones y soltaremos la ropa alrededor del cuello.
  • Colocamos a la persona en posición lateral de seguridad.
  • Vigilamos las constantes vitales hasta la llegada de los servicios médicos.

En caso de que las convulsiones se deban a la fiebre, especialmente en el caso de niños o bebés.

  • Retirar la ropa.
  • Refrescar con agua tibia. No sumergirlo en agua fría.

En ningún caso sujetaremos a la persona durante las convulsiones, ni intentaremos introducir objeto alguno entre sus dientes. No intentaremos administrarle ningún medicamento.

Para saber más

El siguiente enlace te permitirá practicar lo aprendido en la unidad mediante un simulador de situaciones. Intenta resolver los distintos casos y salvar al paciente.

Salva una vida. Simulador de casos prácticos. Resumen textual alternativo

Este enlace nos lleva un simulador de situaciones de emergencia llamado "salva una vida". Se ve una pantalla con diferentes opciones para repasar lo aprendido o bien practicar con casos como el adulto en parada, el adulto en parada traumática, etc. En cada momento hay que decidir la actuación más correcta para conseguir salvar la vida del herido.