En alguna ocasión habrás visto una imagen de un deportista que ha sufrido una fractura "evidente". En estos casos la deformación es tan grande que no hay duda sobre la existencia de la fractura. Sin embargo en la mayoría de las fracturas hay que recurrir a radiografías para tener certeza de la existencia de la fractura.
Algunos síntomas caracterizan las fracturas, permitiendo diferenciarlas de una fuerte contusión:
- Existe un fuerte dolor.
- Imposibilidad de realizar movimientos.
- En la zona de la fractura se aprecia una deformidad que según el grado de desviación de los fragmentos óseos puede llegar a producir un acortamiento visible.
- Se produce la inflamación y amoratamiento de la zona a causa de los vasos y tejidos lesionados por los fragmentos óseos.
- Cualquier tipo de movilización de la zona aumenta el dolor.
- Los heridos conscientes, frecuentemente comentan que han oído el ruido del hueso al romperse.
Ante la sospecha de que se ha producido una fractura, debes actuar siguiendo los siguientes criterios:
- Realizar una valoración inicial del estado del herido y alertar a los servicios de emergencias en caso necesario.
- Evitar mover al herido si no es absolutamente necesario. Cualquier movimiento puede agravar la fractura y multiplica el dolor que sufre la víctima.
- Retirar anillos, pulseras y relojes si la fractura ha afectado a una extremidad superior. Al producirse la inflamación derivada de la fractura, se hará muy difícil retirar estos objetos.
- En caso de fracturas abiertas con hemorragias, intentar controlar la hemorragia.
- Sólo en caso de no poder recibir asistencia, proceder a inmovilizar la zona de la fractura, incluyendo las articulaciones adyacentes, con férulas rígidas, evitando siempre movimientos bruscos de la zona afectada.
Situado en la inmediación o proximidad de algo. Las articulaciones adyacentes en caso de fractura son las que encontramos en ambos extremos del hueso
Tablilla resistente que se utiliza en el tratamiento de las fracturas para su inmovilización. Actualmente se utilizan en estos casos férulas neumáticas que una vez colocadas en la zona lesionada, se llenan de aire a la presión adecuada, consiguiendo la inmovilización de la zona