Caso práctico
Después de atender el corte de Fran, Ramón observa que va cojeando hacia la puerta.
-Siéntate un momento. Vamos a ver cómo está este tobillo.
Con cuidado Fran se quita el zapato deportivo que lleva y el calcetín.
-Está muy inflamado y cada vez me duele más -se queja Fran.-
Seguramente tengo una fractura.
-No creo que tengas una fractura. Normalmente son muy dolorosas e impiden bastante la movilidad. Has empezado a cojear al rato de llegar. -Lo tranquiliza Ramón.
El dolor está empezando a poner nervioso a Fran que continúa hablando rápidamente.
-Pues seguro que si no es una fractura tengo una luxación. ¡El tobillo está muy deformado!
-No puede ser una luxación. Seguramente tienes un esguince. Será mejor que te ponga algo de hielo. Mientras lo traigo coloca el pie en este taburete para que esté en alto y no aumente demasiado el edema.