"Por favor, ayúdeme".

La petición ha sido hecha por un hombre joven que acaba de entrar en la clínica donde trabaja Ramón que lo mira sorprendido antes de ver la sangre que cae de la mano del hombre.

Fran, el hombre herido, le explica que una bicicleta casi lo atropella en la calle. El daño en el brazo se lo ha hecho al intentar apartarse.

-He perdido el equilibrio y me he caído sobre uno de esos hierros que han dejado los obreros junto a la acera.

Ramón abre un paquete de gasas que coloca sobre la herida presionándola para que deje de sangrar.

-En unos momentos la herida dejará de sangrar -dice Ramón para tranquilizar a Fran.

-No parece una herida demasiado grave, -comenta Ramón.- Sin embargo hay que limpiarla con cuidado.