4.1.1.- Evaluación de la necesidad del traslado (II).

Fotografía donde varias personas intentan sacar a un hombre herido de un coche accidentado.

De los tres aspectos a considerar para evaluar la necesidad de traslado que acabamos de mencionar en el apartado anterior, el primero, la posibilidad de asistencia médica con rapidez tiene poco más que considerar, ya que no es algo que dependa de nosotros ni que requiera de ninguna actuación por nuestra parte. Son los otros dos aspectos, identificación de riesgos y valoración de indicaciones y contraindicaciones del traslado, los que vamos a considerar en este apartado.

  • Identificación de riesgos.

    Ha de valorarse si la actuación de rescate supondrá un elevado riesgo para nuestra vida o integridad personal y recordar que en todo caso nuestra actuación ha de empezar por protegernos a nosotros mismos. Una vez asegurada la zona podemos proceder a atender al herido.

No debemos olvidar nunca que nuestra protección es prioritaria en el rescate.

  • Indicaciones y contraindicaciones del traslado.

    El movimiento de heridos está condicionado por su estado y gravedad. Para un socorrista no sanitario, los heridos inconscientes sólo serán trasladados cuando sea imprescindible para evitarles un daño mayor que pueda poner su vida en peligro. Por ejemplo si el herido se encuentra en un vehículo y no tiene respiración (es imprescindible colocarlo en una superficie plana y dura para proceder a la reanimación), o en una habitación con un incendio que no podemos extinguir. En estos casos estamos hablando de rescates por lo que la movilización del herido es inevitable.

    Los pacientes que han sufrido un traumatismo importante, por ejemplo una caída de más de dos metros, un accidente de tráfico, etc. Se consideran pacientes con posibles lesiones de columna. En estos casos es prioritario proteger la columna a fin de evitar consecuencias mayores que pueden desencadenar lesiones medulares irreparables. Evitaremos movilizarlos salvo que sea una urgencia vital.

    En estos casos tendremos especial cuidado con la columna vertebral:

    • Procuraremos la alineación del eje cabeza-cuello-tronco.
    • Sujetaremos con las dos manos el cuello de la víctima (si hay varios socorristas).
    • Movilizaremos al herido a una sola voz de mando, habitualmente de la persona que controla la alineación cabeza-cuello-tronco.

    Ante cualquier posible fractura extremaremos las precauciones en caso de movilización. Una fractura cerrada puede convertirse en abierta por una incorrecta manipulación. También pueden aumentarse los daños en los vasos y músculos.

    Los heridos conscientes y sin traumatismos pueden trasladarse a lugares donde estén más cómodos. Por ejemplo acompañándolos hasta una silla improvisada o en una zona más discreta (como en el caso del parto en la calle).

Autoevaluación

Pregunta

En un accidente de tráfico, encontramos una persona herida dentro del vehículo. Comprobamos que no está consciente y a pesar de realizar la apertura de la vía aérea no encontramos signos de respiración. Inmediatamente alertamos al 112 ¿Qué actuación sería más adecuada a continuación?

Respuestas

Esperar la llegada de los servicios de emergencias.

Iniciar el masaje cardiaco y la ventilación dentro del vehículo.

Extraer al herido del vehículo e iniciar la reanimación.

Extraer al herido del vehículo y colocarlo en posición lateral de seguridad.

Retroalimentación