Como hemos estudiado a lo largo de este apartado, la atención a las lesiones físicas no es lo único que podemos hacer por una persona que haya sufrido un fuerte impacto emocional. Para reducir el grado de sufrimiento emocional es importante "conectar" con la persona. El establecimiento de una comunicación eficaz es la clave para poder ayudar en estas situaciones.
Entre las habilidades básicas que mejoran la comunicación encontramos la asertividad, la escucha activa y la empatía.
- Asertividad.
Podemos definir la comunicación asertiva como aquella en la que se transmiten una serie de ideas, deseos y opiniones respetando los derechos de los demás.
Ante una situación que supone una vulneración a alguno de nuestros derechos, podemos adoptar tres conductas:
- Conducta pasiva: no hacemos nada por miedo o vergüenza.
- Conducta agresiva: atacamos a los demás con la intención de herir.
- Conducta asertiva: defendemos nuestra postura, respetando los derechos de la otra parte. Buscamos conseguir un equilibrio que concilie ambas posturas, respetando el ámbito de libertad propio de cada persona.