Si clasificamos los selladores según la composición, los agrupamos como selladores con y sin refuerzo.
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Con refuerzo: Estos selladores poseen en su composición, material de relleno inorgánico, como partículas de vidrio, cerámica o cuarzo. Este tipo de selladores hará que debamos pulir las zonas de contacto con el antagonista, de lo contrario, el paciente notará una interferencia al morder. Si no se soluciona el problema, se generará trauma oclusal o fractura del sellador.
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Sin refuerzo: Estos selladores no requieren ser tan exigentes con el control de la oclusión puesto que al no poseer relleno inorgánico, el contacto con el antagonista lo desgasta con facilidad.
Diente que ocupa la misma posición en la arcada contraria.
Es el fracaso de la estructura de soporte del diente para resistir o adaptarse a fuerzas indebidas. Una de las causas frecuentes es la sobrecarga por contacto excesivo con el antagonista después de restauraciones o sellados dentales.