Esta clasificación está íntimamente relacionada con la presencia de flúor en su composición. Está claro que los selladores que llevan flúor en su composición poseen acción anticaries por la posibilidad de remineralizar pequeñas descalcificaciones de esmalte que se puedan producir.
Todos los selladores fluorados lo indican en su nombre añadiendo la letra F después de la marca comercial.