4.- Indicaciones y contraindicaciones de los selladores.

Caso práctico

Adela, odontóloga jefa de la clínica dental Dentoclínic.Adela ya ha revisado la agenda de hoy y la facturación de ayer. Le puede la curiosidad. ¿Cómo se las estará arreglando Ramón en su primer día? No lo duda y se dirige al gabinete de Ramón. Solo entrar por la puerta, ya observa que Ramón trabaja con mucha ergonomía. Si su posición de trabajo es correcta, con toda probabilidad el resultado final de su trabajo también lo será. Adela está contenta, parece ser que la nueva incorporación a la clínica ha resultado ser un buen "fichaje".

Antes de explicar la técnica de aislamiento y de colocación de los selladores de fosas y fisuras, debemos conocer en qué casos podemos y en qué casos no debemos colocar selladores de fosas y fisuras. En nuestra nomenclatura hablaremos de indicaciones (cuando sí podemos o debemos sellar) y contraindicaciones (cuando no debemos sellar).

A pesar de que los sellados de fisuras han sido reconocidos como un método efectivo para la prevención de las caries de fosas y fisuras, existen cuestiones clínicas a cerca de sus indicaciones, los criterios para su colocación y las técnicas para optimizar su retención y efectividad.

Los protocolos para su aplicación siguen recomendaciones clínicas basadas en el conocimiento y la experiencia acumulados durante años y tratan de combinar el juicio clínico profesional con las necesidades individuales del paciente.

Con estas recomendaciones, los factores principales a considerar para colocar selladores son:

  • Riesgo de caries del diente, condicionado por indicadores como la morfología dentaria (forma y profundidad de las fisuras)
  • Riesgo de caries del paciente, determinado por variables como historia de caries, hábitos de aplicación de flúor e higiene oral del paciente.

En cuanto a su morfología, podemos encontrar fisuras con las siguientes formas:

Esquema que muestra los distintos tipos de fosas y fisuras que podemos encontrar en las caras oclusales

  • Figura 1:   Tipo U, mismo diámetro de entrada que en el fondo de la fisura.  Puede permitir la eliminación de placa bacteriana mediante el acceso de cepillado dental.
  • Figura 2:  Tipo V, entrada amplia a la fisura que se estrecha en el fondo. No permite la entrada de elementos de limpieza para la eliminación de la placa bacteriana
  • Figura  3:   Tipo I, fisura en hendidura muy profunda.
  • Figura  4:   Tipo IK, fisura muy estrecha en forma de ampolla. Se puede producir una lesión de caries dentinaria con esmalte intacto. 

Esta imagen muestra claramente que el patrón de fisuras es variado y también las condiciones de cada fisura, de tal manera que en algunos de los tipos con morfologías anchas se puede conseguir fácilmente la autoclisis y ser resistentes a la caries, mientras que otras más estrechas presentan zonas inaccesibles a cualquier tipo de medida de higiene, ya sea individual o profesional, por lo que tienen mayor susceptibilidad a la caries.

Estas fisuras pueden llegar a medir hasta 1.5 mm y el cepillo dental solamente llega a 0.4 mm de profundidad. Por lo tanto la indicación de sellantes para prevenir caries ha sido una medida de gran utilidad.

Además, esas zonas retentivas de la fisura representan las de menor grosor y mayor debilidad del esmalte, por tanto, las de mayor propensión y facilidad para el desarrollo de caries.

Se denomina a la autolimpieza de zonas dentarias debido a la masticación y a los movimientos de la lengua y mucosa.