La vía sistémica se basa en ingerir cierta cantidad de flúor, y que por vía plasmática llegue al diente y transforme la hidroxiapatita del esmalte en fluorapatita.
El efecto que el flúor aportado por esta vía va a tener sobre la estructura del diente será diferente según el período de desarrollo en que este se encuentre, en este sentido vamos a distinguir:
- Periodo Pre-eruptivo: En el diente en formación, antes de la erupción dental.
Tras su absorción intestinal y su paso a la sangre, el F se incorpora a la estructura mineralizada de los dientes en desarrollo y aumenta muy poco la resistencia a la desmineralización frente a la acción de ácidos orgánicos, ya que solamente un 8-10% de los cristales del esmalte están compuestos por fluorapatita en niños residentes en zonas con agua fluorada.
Al principio de la investigación sobre el F, éste se creía que era el efecto más importante. Por ello, se recomendaba dar F a la embarazada así como antes de los 6 meses de vida (antes de la erupción del primer diente) y se aconsejaba retirar el aporte tras la erupción de la segunda dentición, pues no tendría sentido su administración tras el desarrollo dental.
Actualmente, se sabe que el flúor sistémico preeruptivo no logra una relevante prevención de la caries dental, sino que es responsable de la fluorosis dental, como más tarde explicaremos. -
Periodo Post-eruptivo: En el diente ya formado, después de la erupción dental.
Tras la erupción dental, tampoco el flúor sistémico estaría implicado en la formación de la estructura orgánica dental. Tan sólo la fracción excretada por saliva sería protectora de caries dental.
La vía plasmática significa a través del plasma sanguíneo. Se refiere a la llegada o eliminación de cualquier sustancia a las diferentes partes del organismo unida al plasma sanguíneo.
Patología dental causada por un exceso de flúor durante la formación dental.