2.- Placa bacteriana y cálculo dental.

Caso práctico

Elena, técnica con experiencia, explicándole a Claudia, recién titulada, el funcionamiento de la selladora del centro de salud.

Claudia saluda a la recepcionista, que le informa de la agenda de hoy, le da una copia con los pacientes que tiene y Claudia se dirige al box. Ya tiene su primer paciente pasado, saluda y el paciente le comenta lo que le pasa:

―Me sangran las encías y las tengo inflamadas desde hace tiempo.

Claudia le revisa y le aconseja:

―Deberíamos hacer una profilaxis, una higiene dental con el ultrasonido, para eliminar el cálculo dental y la placa que está en el borde de la encía y produce la inflamación de encías, y posteriormente valoraremos si es necesario continuar con el instrumental manual, las curetas, si ha quedado sarro depositado debajo de la línea de las encías.  En ese caso, la doctora te pondrá un poco anestesia y te haremos un raspado y alisado radicular.

El cálculo dental puede ocasionar lesiones tanto en las piezas dentales como en sus tejidos de sostén, provoca inflamación y sangrado gingival, los cuales representan los primeros signos detectados como indicadores de una enfermedad en las encías que pueden llegar a ser irreversibles pudiendo ocasionar la pérdida de piezas dentales.

La experiencia ha demostrado que la remoción del cálculo reduce o elimina la inflamación gingival, por lo que el clínico debe ser capaz de remover el cálculo y alisar las superficies radiculares mediante una instrumentación adecuada y cuidadosa.

Es por eso que el tratamiento higiénico en la clínica dental es tan importante, puede marcar la diferencia entre la salud de los tejidos y la aparición y evolución de las patologías de la encía.

En primer lugar, debemos hablar y definir perfectamente el cálculo dental.

Es la materia adherente y dura que se forma por calcificación de la placa bacteriana sobre la superficie de dientes naturales, prótesis dentarias, obturaciones y aparatos de ortodoncia (cualquier superficie dura que permanezca en boca).

Se trata de los tejidos que rodean al diente y permiten mantenerlo sujeto en el alveolo (cavidad en la que se sitúa cada uno de los dientes). En conjunto estos tejidos forman lo periodonto.

Separación, eliminación, limpieza.

Es el límite exterior de la raíz dentaria, su tejido de rencubrimiento es el cemento.