A continuación te explico el protocolo que debes seguir para realizar el pulido de las obturaciones.
- Selección del instrumental rotatorio que se pretenda emplear. Es importante tener en cuenta todo lo aprendido hasta ahora para seleccionar el instrumento rotatorio que resulte más útil según el material que se pretenda pulir. Se puede utilizar turbina, contraángulo o pieza de mano.
- Montaje del instrumental rotatorio y establecer los parámetros de velocidad e irrigación. Teniendo en cuenta el tipo de instrumental rotatorio que se vaya a utilizar, decidir la velocidad necesaria. En función de dicha velocidad se deberá emplear refrigeración o no.
- Selección de las fresas, discos, tiras o pastas según el material en cuestión.
- Identificación de la superficie que pretendemos pulir. Antes de empezar a trabajar, identificar la superficie a pulir e imaginar como debe ser retocada.
- Identificación de la oclusión del paciente mediante el empleo del papel de articular y la pinza para ese fin. Debemos procurar que el paciente realice los movimientos más fisiológicos posibles tanto en oclusión en máxima intercuspidación cómo en lateralidades.
Hay que puntualizar que el ajuste de la oclusión no es un paso especifico dentro de la técnica de pulido, se realiza cuando la obturación que se ha realizado ha implicado la cara oclusal del diente y esta requiere volver a recuperar los contactos fisiológicos con el diente antagonista. Esto implica una identificación de dichos puntos de contacto y un pulido de la superficie oclusal si esta se hubiera modificado en algún punto, produciéndose lo que se conoce como prematuridades o interferencias.
Es la oclusión completa entre mandíbula y maxilar, y en la que existe el mayor contacto entre piezas.
Son movimientos laterales de la mandíbula de un lado a otro.
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