2.2.3.- Estimuladores dentales.

La utilización de estimuladores interdentales se basa en que, supuestamente, los tejidos gingivales necesitan una estimulación mecánica con el fin de mantener una estructura normal y un metabolismo protegido por un epitelio queratinizado.

Se ha demostrado que esta queratinización puede aumentar con la estimulación mecánica, pero no se ha visto relación entre dicha queratinización y la protección contra la gingivitis, ya que ésta se inicia en el epitelio no queratinizado.

En cuanto a la reducción de la inflamación gingival, más que relacionarse con el masaje, se asocia con la eliminación de la placa bacteriana de las superficies dentarias.

Se ha demostrado que el mantenimiento correcto de la salud gingival puede conseguirse con una remoción periódica de la placa.

Trabajos publicados recientemente nos han demostrado que el efecto de los estimuladores se consigue perfectamente con un cepillado correcto.

Como estimuladores se han utilizado puntas de goma y palillos triangulares, con sección anatómica, de madera blanca.

La imagen muestra un estimulador.

Mucosa fuerte y resistente a la fricción, impermeable al agua y casi impenetrable por bacterias, adaptándose a funciones de protección.

Mucosa que presenta varias capas de células planas más penetrables y menos impermeables.