Los métodos de control de la placa bacteriana son aquellos procedimientos encaminados a la eliminación de los depósitos que se acumulan sobre las superficies dentarias: Placa, cálculo, restos alimentarios y tinciones.
La evidencia de que la acumulación de la placa bacteriana es causa de gingivitis se comprobó en los años 60, al demostrar que la reinstauración de las prácticas de higiene oral determinaba la desaparición de la inflamación gingival.
Está demostrado que con un excelente control de la placa se mantiene el soporte periodontal sin apenas pérdida de inserción periodontal a largo plazo y que el control de la placa bacteriana retrasa la progresión de la enfermedad periodontal ya iniciada hasta prácticamente detenerla cuando el control de la placa es óptimo.
En lo que se refiere a la caries dental, la presencia de bacterias es un factor necesario, aunque no suficiente, para su inicio y desarrollo. La acumulación de placa en ausencia de cualquier método de higiene oral, incluida la autoclisis fisiológica debida a los movimientos masticatorios, da lugar en un período de 3 a 4 semanas a la aparición de la "mancha blanca" o lesión clínica inicial de desmineralización del esmalte. La eliminación mecánica de la placa productora de ácido modifica las condiciones ambientales favorables a la desmineralización e interrumpe la progresión de la lesión inicial.
Un control exhaustivo de la placa bacteriana puede controlar eficazmente el desarrollo de ambas enfermedades destructivas, pero una higiene oral tan escrupulosa no es fácil para la mayoría de los pacientes.
Actualmente, está fuera de duda que el cepillado con dentífrico fluorado previene la caries dental, por lo que el principal objetivo del cepillado regular, en términos de prevención de la caries, es introducir flúor en el medio oral de forma habitual mediante el dentífrico fluorado, además de la eliminación de los depósitos de placa que se acumulan sobre las superficies dentarias.
Sin embargo, la prevención y el control de las enfermedades periodontales dependen casi de forma exclusiva de los diferentes métodos de control de la placa.
Inicialmente, los métodos de control de la placa bacteriana se enfocaron a la remoción de la máxima cantidad posible de los depósitos acumulados sobre las superficies dentarias, por medio de técnicas mecánicas llevadas a cabo por el individuo (cepillado dental e higiene interproximal) o por el profesional (profilaxis profesional).
También llamado periodonto, conjunto de tejidos que rodean y soportan los dientes, que está constituido por encía, cemento dentario, ligamento periodontal y hueso alveolar.
Nivel hasta dónde el periodonto está unido a la raíz del diente (las fibras de ligamento periodontal y encía se insertan en el cemento radicular). En condiciones normales, en estado de salud, este nivel de inserción debe coincidir con la línea amelocementaria, es decir, estar unido por completo a la raíz del diente.
Se denomina a la autolimpieza de zonas dentarias debido a la masticación y a los movimientos de la lengua y mucosa.
La aparición de manchas blancas en los dientes es signo de descalcificación del esmalte dental, y en la mayoría de casos es el preludio a una futura caries dental.