Vamos a ver cuáles pueden ser las principales manifestaciones en signos y síntomas de las alteraciones del corazón y del aparato circulatorio.
Dolor torácico:
He aquí uno de los síntomas clínicos más alarmantes, pero que puede corresponderse tanto con una patología cardiaca severa como con un problema funcional inespecífico.
- Es muy importante, para determinar su gravedad, establecer la localización del dolor, la forma de inicio, la intensidad, los factores precipitantes o la irradiación a otras zonas (brazos, espalda, etc.).
- Puede tener un origen costal, muscular, pleural, etc. pero sin duda es el dolor de origen coronario el que más espanta. Aparece en el transcurso de una angina de pecho (duración breve) o de un infarto de miocardio (duración prolongada), y es muy intenso, acompañado de irradiación a los brazos, retroesternal, opresivo, acompañado de sudoración y con sensación inminente de muerte.
Palpitaciones:
Entra en el ámbito de las sensaciones, por lo tanto, se trata de un síntoma. Podría definirse como la percepción consciente de los latidos cardiacos, no necesariamente asociada a alteraciones del ritmo. Equivale al fenómeno que experimentamos cuando nos ponemos nerviosos o tomamos mucho café, y "parece que el corazón se nos salga del pecho".
Alteraciones del pulso:
Las alteraciones en el pulso se refieren a la frecuencia y al ritmo de contracción cardiaca.
- Taquicardia: Frecuencia cardiaca aumentada, por encima de las 100 pulsaciones por minuto en reposo.
- Bradicardia: Frecuencia cardiaca disminuida, por debajo de las 60 pulsaciones por minuto en reposo.
- Trastornos de ritmo: No se trata de un aumento o disminución de la cadencia, sino de una alteración del ritmo de latido. Como ejemplo podemos mencionar las extrasístoles ventriculares, pero hay muchos más.
Ruidos cardíacos anómalos:
A diferencia de los ruidos respiratorios de los que hablábamos en el capítulo anterior, los ruidos cardíacos no son audibles sin la utilización de un amplificador de sonido: el fonendoscopio o estetoscopio .
- Mediante este sencillo aparato tan utilizado en la clínica diaria podemos oír sonidos diferentes al latido normal, como soplos, roces, etc. identificarlos e interpretarlos es mucho más complejo.
Síncope:
La pérdida de conciencia de forma brusca puede manifestarse como síncope o lipotimia. En general, reservamos el término lipotimia si se han asociado fenómenos previos como sensación de vértigo o mareo, sudoración fría, palidez, acúfenos o escotomas.
- Las causas pueden ser múltiples, desde una situación estresante a una bajada de tensión arterial o de los niveles de glucosa en sangre.
- La aparición de un cuadro de síncope, con pérdida de la conciencia sin síntomas previos, suele conducir a estudios más profundos, ya que en muchas ocasiones, la disfunción cardiaca puede ser el origen de este signo.
Varices y edemas:
Las varices son el resultado de la dilatación de las venas. Pueden aparecer en cualquier localización, pero son especialmente frecuentes en las extremidades inferiores.
- No sólo constituyen un problema estético, ya que pueden ocasionar molestias como pesadez y cansancio en las piernas, calambres o, cuando se complican, ulceraciones y sangrado.
Los edemas son la manifestación de un acúmulo de líquido en el tejido celular subcutáneo. También son más frecuentes en las extremidades inferiores (sobretodo en los tobillos), por efecto de la gravedad, especialmente al final del día.
- Pueden aparecer como complicación de las varices o por otras causas, como la insuficiencia cardiaca (que estudiaremos más adelante), las disfunciones renales, etc.
Una extrasístole ventricular es uno de los trastornos del ritmo cardíaco y consiste en un latido adelantado respecto a la frecuencia cardíaca normal del individuo. En el individuo se percibe como un salto en los latidos o palpitaciones
Un escotoma es un punto ciego en su visión. Puede ser temporal o permanente, y puede permanecer en el mismo lugar o moverse en su campo visual.
Los acúfenos son un síntoma, que consiste en la experiencia de percibir sonidos, que no provienen de ninguna fuente externa al cuerpo del paciente. Los pacientes los describen de diversas maneras: como un zumbido, como un siseo, como el sonido de un insecto, como el sonido de una reactancia eléctrica, etc.