3.6.- Aparato digestivo: semiología.

Una mujer se lleva las manos al abdomen, con clara expresión de dolor.

Los signos y síntomas digestivos pueden ser muy variados, pero fáciles de asignar a este sistema. Algunos de ellos son:

Dolor abdominal agudo:

Es el que aparece de forma imprevista en una persona que inicialmente estaba asintomática. Suele hacer referencia este término a un dolor de intensidad considerable, así como su velocidad de progresión. En ocasiones puede ir acompañado de sintomatología de irritación peritoneal (ausencia de ruidos abdominales y movimientos peristálticos, alta intensidad, inmovilidad, vientre en tab, etc.) Requiere una valoración médica rápida que permita discernir si el paciente es o no candidato a intervención quirúrgica.

Alteraciones deposicionales:

  • Diarrea. Es el aumento del ritmo deposicional, o de la fluidez o el volumen de las deposiciones. Se llama diarrea aguda a aquella que dura menos de una semana, y responde a fenómenos aislados (infección vírica, muy frecuentemente).
  • Estreñimiento o constipación: Es la evacuación de heces de forma poco frecuente, excesivamente secas o en escasa cantidad. Es pues el término contrario a la diarrea. Suele deberse a problemas funcionales, emocionales o dietéticos, pero esto no quita que tengamos que analizar si no existen causas más orgánicas del tubo digestivo.

Disfagia, dispepsia y pirosis:

Con el término disfagia nos referimos a las dificultades a la deglución, es decir, para tragar. Es la manifestación básica de los problemas faríngeos o esofágicos. La dispepsia hace referencia a las molestias en el proceso de digestión de los alimentos, con sensaciones de pesadez, digestión lenta, entre otros. La palabra pirosis contiene la raíz "piro", que significa fuego. Hace pues referencia al ardor que manifiesta la gente afectada en la región digestiva retroesternal. Suele ser un signo casi siempre presente en las úlceras, pero también puede ser producida por un reflujo del contenido gástrico hacia el esófago, que no está preparado para tolerar la acidez de ese líquido.

Náuseas y vómitos:

Llamamos náusea a la sensación desagradable que suele ser precursora del vómito. Es lo que todo el mundo denomina "tener ganas de vomitar". En ocasiones, los pacientes se refieren a las náuseas como "mareo", que es un término lo suficientemente inespecífico como para requerir más preguntas al enfermo que nos haga concretar si se trata o no de la sensación nauseosa.

El vómito es la expulsión violenta del contenido gástrico por la boca. Se acompaña del cierre de la epiglotis, para impedir que el contenido digestivo pase a las vías respiratorias.

Las causas de las náuseas y el vómito son variadísimas, y pueden indicar, no sólo un origen digestivo, sino que también pueden acompañar procesos neurológicos (la migraña, por ejemplo), alteraciones metabólicas y endocrinas (las descompensaciones diabéticas o el embarazo…), intoxicaciones medicamentosas o, simplemente, procesos funcionales o psicológicos (mal olor, ver cosas desagradables, asco…).

Hemorragia digestiva:

Hace referencia a la emisión de sangre proveniente del tubo digestivo. Este sangrado puede manifestarse de diferentes formas, generalmente según el nivel al que se haya producido:

  • Hematemesis: Es la emisión de sangre a través de la boca (siempre que provenga del tubo digestivo). Puede deberse a úlcera gastroduodenal, lesiones agudas de la mucosa gástrica (por ejemplo por el abuso de antiinflamatorios o aspirina), esofagitis o neoplasias esofágicas, gástricas o duodenales. Si es muy abundante, puede deberse a rotura de varices esofágicas, complicación que puede resultar muy grave en los enfermos alcohólicos.
  • Melena: Es la emisión de sangre digerida (negra) a través del recto. Indica un origen de la hemorragia en las partes más altas del tubo digestivo (desde el esófago hasta el intestino delgado). Las causas pueden ser las mismas que causaban la hematemesis, pero sólo se produce si la cantidad de sangre es considerable.
  • Rectorragia: Es la emisión de sangre roja a través del recto. Entre las causas más frecuentes encontramos las hemorroides, la colitis ulcerosa o el cáncer de colon.

Meteorismo:

Desagradable sensación, provocada por la distensión abdominal que produce un exceso de gases en el tubo digestivo. Se manifiesta como flatulencias, eructaciones o salida de gas por el recto. Puede ocurrir de forma aislada, en relación a algún tipo de alimento, etc., pero si se prolonga, puede indicar algún trastorno patológico funcional.

Ictericia: Es la coloración amarillenta de la piel y las mucosas, a causa de un acúmulo de bilirrubina en los tejidos. Suele indicar una causa hepática.

En otros módulos formativos encontrarás información detallada sobre los signos y síntomas específicos de la región bucodental: odontalgia, halitosis, sangrado e hipersensibilidad gingival, etc.