3.7.- Aparato digestivo: patología.

Imagen figurativa, donde se ve la silueta del tubo digestivo en el dibujo de una mujer.

También podemos en este sistema, agrupar las diferentes alteraciones según si afecta al tubo digestivo en sí o a los órganos anexos, que son el hígado y el páncreas. Vamos a ver algunas, las más frecuentes.

ALTERACIONES DEL TUBO DIGESTIVO:

  • Ulcera péptica: Es un trastorno favorecido por factores agresores como la hipersecreción gástrica de ácido clorhídrico, la infección por Helicobacter pylori o el efecto irritante del tratamiento con antiinflamatorios. Consiste en una lesión erosiva de evolución crónica en la mucosa gástrica o duodenal, en forma de cráter, que puede dar lugar a sangrados o, incluso, a perforaciones. Suele manifestarse como dolor epigástrico y pirosis.
  • Trastornos funcionales: Al diagnóstico de este tipo de trastornos se llega después de haber descartado alteraciones de tipo anatómico, estructural u otras patologías.
    • La enfermedad por reflujo gastroesofágico es un cuadro muy frecuente, caracterizado por la afectación de los tramos inferiores del esófago por el efecto irritante del contenido gástrico, que ha retrocedido a través del cardias. Ocasiona esofagitis, dando lugar a dolor y pirosis.
    • ¿Alguna vez has tenido una digestión pesada? Si estos malos momentos se repiten de forma crónica, pueden ser señal de una dispepsia funcional, que se manifiesta en forma de distensión abdominal superior, eructos, dolor en el epigastrio o incluso en el tórax y sensación de plenitud gástrica.
    • El equivalente a esta disfunción, pero con afectación de los tramos más distales del intestino es el síndrome del colon irritable, también muy frecuente y molesto, que ocasiona dolor abdominal cólico y diarreas, con la consiguiente afectación del día a día del enfermo.
    • La enfermedad diverticular del colon se produce por aumento de la presión dentro de los últimos tramos intestinales, que hace que la mucosa protruya a nivel de las zonas más débiles de la pared, que se asocia a estreñimiento pertinaz o dietas muy pobres en fibra.
  • Enfermedad inflamatoria intestinal crónica: Bajo este título se engloban dos enfermedades similares que son la colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Ambas parecen tener un origen autoinmune. La colitis ulcerosa afecta a la mucosa del colon y el recto, causando ulceraciones. La enfermedad de Crohn puede afectar todas las capas de la pared intestinal, pudiendo ocasionar ulceraciones, perforaciones, fístulas y granulomas. También la podemos encontrar en tramos más altos que la colitis ulcerosa, por ejemplo, a nivel ileal. Cursan a brotes, son muy limitantes para el paciente por los síntomas que provocan (diarrea, sangrado digestivo, dolores cólicos, etc.) y pueden predisponer a la malignización.

ALTERACIONES DE LAS GLÁNDULAS ANEXAS:

  • Colelitiasis: La formación de "barro" o piedras en la vesícula biliar se produce a partir de depósitos de colesterol o pigmentos biliares. Muchos pacientes son asintomáticos pero, cuando estos cálculos se movilizan y obstruyen los tubos de drenaje, aparece sintomatología como el cólico biliar o la colecistitis, en la que hay una infección por retención de bilis.
  • Pancreatitis: Dado que el conducto colédoco (proveniente del hígado) y el conducto de Wirsung (proveniente del páncreas) comparten el mismo punto de salida a nivel duodenal, si un cálculo biliar obstruye la papila de Vater ( punto del intestino en el que desemboca) puede ocasionar la dificultad de drenaje de la secreción exocrina del páncreas, reteniendo el jugo pancreático en el interior de este. Se ocasiona entonces un cuadro severo de inflamación de este órgano. Otras causas de pancreatitis son el abuso de grasas y de alcohol.
  • Hepatitis: La inflamación del tejido hepático puede tener múltiples causas, pero la infección vírica es una de las más importantes. La estudiaremos de forma más detallada en la siguiente unidad formativa.
  • Insuficiencia hepática: Es la incapacidad del hígado de llevar a cabo su función metabólica de síntesis y detoxificación. Podemos distinguir dos formas:
    • En su forma aguda, oscila desde pocos días a varias semanas de evolución, y una de las principales características será el fracaso de la síntesis proteica (la albúmina, la protrombina…). Aparece ictericia por acúmulo de pigmento biliar y alteración del estado de conciencia (pudiendo llegar incluso al coma). Puede deberse a intoxicaciones agudas (por ejemplo por sobredosis de paracetamol u otros fármacos hepatotóxicos, o por ingesta de una seta altamente dañina como la Amanita phalloides…)
    • La forma crónica suele derivar de una situación previa de cirrosis. Esta patología crónica se caracteriza por la aparición de fibrosis delimitando los nódulos hepáticos, alterando la estructura interna del órgano y, por lo tanto, su funcionalidad. La cirrosis puede deberse al abuso de alcohol, a la cronificación de una infección vírica, a enfermedades congénitas (enfermedad de Wilson, hemacromatosis), autoinmunes (cirrosis biliar primaria) o por efectos de tóxicos o fármacos.

Helicobacter pylori es una bacteria gramnegativa con forma de bacilo helicoidal que habita en el epitelio gástrico humano.

Orificio superior del estómago, por el cual comunica con el esófago

Es una conexión anormal entre dos partes del cuerpo, como un órgano o un vaso sanguíneo y otra estructura. Generalmente, las fístulas son el producto de una lesión o cirugía. Las infecciones o inflamaciones también pueden provocar que se forme una fístula.

La protrombina es una proteína del plasma sanguíneo, forma parte del proceso de coagulación mediante la reacción de ésta con la enzima "tromboplastina", una enzima ubicada en el interior de los trombocitos, liberada al romperse la frágil membrana celular de los trombocitos

Autoevaluación

Pregunta 1

La colitis ulcerosa puede ser predisponente para el cáncer de colon.