Para la comprensión de la forma de transmisión de las enfermedades producidas por agentes vivos, necesitamos conocer primero qué elementos conforman la denominada "cadena de infección" o "cadena epidemiológica".
Para que se produzca la transmisión de la enfermedad, es preciso contar con tres eslabones principales en esta cadena:
- El reservorio y la fuente de infección: llamamos reservorio al hábitat natural del agente infeccioso, y fuente de infección, al hábitat ocasional a partir del cual el organismo patógeno pasa rápidamente al huésped. Con un ejemplo podrás verlo más claro: En el caso de la peste bubónica, producida por el agente bacteriano Yersinia pestis , el reservorio son las ratas, pero la fuente de infección son las pulgas de esas ratas, cuando pican a otras ratas o al hombre. ¿Has leído el libro "El Médico" de Noa Gordon? Te lo recomiendo.
En ocasiones, el hombre puede estar infectado, pero no manifestar sintomatología clínica. En esta situación, es capaz de dispersar un buen número de los gérmenes infectivos. Hablamos entonces de "portador". Según la etapa de la infección en la que se encuentren, se pueden clasificar en:
- Portadores en periodo de incubación: todavía no manifiestan los signos clínicos de la enfermedad, pero ya son infectivos y, por lo tanto, pueden contagiar a las personas que contacten con ellos. Es el caso de la varicela o el sarampión.
- Portadores convalecientes: son los que liberan los gérmenes mientras están en período de curación. Pueden ser portadores temporales (durante pocos meses, por ejemplo en el caso de la difteria o la escarlatina) o transformarse en portadores crónicos, como en el caso de la fiebre tifoidea (salmonella) o el SIDA.
- Portadores sanos: no han pasado la enfermedad, pero pueden ser vectores de la misma, generalmente por contacto o por eliminación de gérmenes por otras vías. Este término se ha hecho muy popular por la reciente epidemia de la COVID 19, seguro que lo has escuchado en los medios.
En ocasiones, los reservorios o las fuentes de infección son los animales, como en el caso de la rabia, pero también pueden afectar a animales domésticos o a explotaciones animales industriales, llegando incluso a causar enfermedades profesionales (brucelosis).
Los seres inanimados también pueden ser reservorio de gérmenes, en especial el suelo, las aguas, etc.
- El mecanismo de transmisión: es el modo por el que el agente es capaz de llegar a infectar al huésped. Se conocen los siguientes:
Transmisión directa: por diferentes vías. la más importante es la vía aérea pero no podemos olvidarnos de la trasmisión por contacto directo o indirecto, o la vertical durante el embarazo.
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Vía aérea. Es probablemente el mecanismo de transmisión más frecuente entre humanos. Cuando hablamos o incluso respiramos, eliminamos por el aliento gérmenes patógenos que nos han infectado previamente. Todos conocemos lo rápido que se extiende una epidemia gripal, ¿no? Las gotitas respiratorias de Pflügge, la tos o los estornudos son los responsables de este mecanismo. No es difícil de entender, si contamos con la velocidad a la que sale el aire de nuestra nariz o nuestra boca al toser o estornudar.
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La presencia de polvo ayuda a la supervivencia del agente fuera del cuerpo humano, quedando en suspensión. Es una de las razones por las que la higiene doméstica es tan importante en la preservación de la salud.
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Ejemplos de esta transmisión aérea son los resfriados comunes, la gripe, las neumonías o la tuberculosis, o la COVID 19.
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Enfermedad infecciosa aguda, provocada por un bacilo, que afecta a la nariz, la garganta y la laringe y produce fiebre y dificultad para respirar.
Un grupo de bacterias llamado Streptococcus A o estreptococos del grupo A causa la escarlatina. Las bacterias a veces producen un veneno (toxina) que causa un sarpullido, la “escarlata” de la escarlatina.
La brucelosis es el nombre con el que se conoce la enfermedad infecciosa producida por las bacterias del género brucella. La brucelosis es una zoonosis, es decir, que el reservorio de esta bacteria son los animales y, principalmente, aunque no los únicos, los domésticos como vacas, ovejas, cabras y cerdos.
La rabia es una enfermedad zoonótica viral, de tipo aguda e infecciosa. Es causada por un Rhabdoviridae que ataca el sistema nervioso central, causando una encefalitis con una letalidad cercana al 100 %.
Es una infección que causa diarrea y una erupción cutánea. Es causada más comúnmente por una bacteria llamada Salmonella typhi (S typhi).