Vamos a ver algunas bacterias e infecciones bacterianas más frecuentes:
- Estreptococo: la forma más frecuente de esta infección y que debes conocer, es la faringoamigdalitis estreptocócica. Produce fiebre, odinofagia y exudado purulento en la zona afectada. Dependiendo de la cepa infectiva, puede extenderse por sangre y linfa, dando lugar a complicaciones muy graves con afectación renal (glomerulonefritis, que ya vimos en la unidad de trabajo anterior), pulmonar (neumonía) o cardiaca (fiebre reumática).
- Estafilococo: es un germen que vive en la piel y las fosas nasales de muchos individuos, por este motivo, su contagio es fácil. Produce un amplio espectro de cuadros clínicos, que van desde la infección de heridas a los abscesos, y desde pulmonías a endocarditis, pasando por meningitis y sepsis. Algunos tipos son los principales responsables de las infecciones bacterianas hospitalarias resistentes a antibióticos (MRSA).
- Pneumococo: habita en las vías respiratorias del individuo, y puede ocasionar neumonías, otitis, meningitis y sinusitis, especialmente. Hay poblaciones especialmente susceptibles a estas infecciones: los que tienen enfermedades sanguíneas o linfáticas, los esplenectomizados, los inmunodeprimidos y los bronquíticos crónicos.
- Meningococo: causante de epidemias cada 20 o 30 años, provoca cuadros clínicos severos, de alta morbilidad y mortalidad, de inicio brusco y rápida evolución: artritis, meningitis meningocócicas y septicemia.
- Salmonella: es la causante de dos cuadros clínicos diferentes: la gastroenteritis salmonelósica, que se contagia a partir de alimentos infectados (huevos o carne poco cocinados) y la fiebre tifoidea, con síntomas más generales y en las que el humano portador (que puede ser asintomático) es el principal vector transmisor de la enfermedad.
- Brucelosis: la fiebre de Malta (su nombre clásico) es una enfermedad que se adquiere por contacto directo con los animales infectados, o sus productos o secreciones. Por eso afecta más a ganaderos, granjeros, carniceros o incluso personal de laboratorio que trabajan con experimentación animal. Causa síntomas generales como fiebre recurrente, debilidad, sudoración y artromialgias.
- Legionelosis: provoca neumonía atípica. La bacteria sobrevive en el agua, por lo que se debe cuidar especialmente su diseminación en forma de aerosol a través de duchas, grifos o incluso canalizaciones de aire acondicionado, etc.
- Tétanos y botulismo: los gérmenes pertenecientes a la familia de los Clostridium son bacilos productores de toxinas muy potentes, que crecen destruyendo tejidos en ambientes anaerobios. Contaminan heridas, pudiendo provocar el tétanos, o conservas alimentarias, causando el botulismo. Son infecciones infrecuentes, pero muy graves, a menudo mortales.
- Tuberculosis: esta micobacteria provoca una enfermedad pulmonar crónica severa, que se caracteriza clínicamente por fiebre recurrente, tos con hemoptisis, y afectación tisular pulmonar detectable por radiología convencional. Pasa por diferentes fases:
- En la tuberculosis primaria o primoinfección, el paciente puede no ser sintomático; cuando se define ya la enfermedad, el individuo ya ha ido diseminando la bacteria a otros individuos por la tos. Su incidencia siempre ha sido muy alta, y hasta no hace mucho, se recurría a procedimientos terapéuticos extremos (extirpación o colapso de un pulmón, por ejemplo). Necesita tratamiento antibiótico muy prolongado. En las últimas décadas, ha encontrado en los pacientes de SIDA su mejor hábitat, aumentando su incidencia.
- Sífilis y gonorrea: ambas forman parte de las enfermedades de transmisión sexual, muy extendidas, pero fácilmente tratables con antibióticos penicilínicos. Causan lesiones cutáneas y mucosas en la región anogenital, secreciones vaginales o uretrales purulentas y disuria.
La meningitis es la inflamación del tejido delgado que rodea el cerebro y la médula espinal, llamada meninge. Existen varios tipos de meningitis. La más común es la meningitis viral, que ocurre cuando un virus penetra en su organismo a través de la nariz o la boca y se traslada al cerebro.
La sepsis es una enfermedad grave. Ocurre cuando el cuerpo tiene una abrumadora respuesta inmunitaria a una infección bacteriana.
Se define como artromialgias a la presencia de dolor a nivel muscular y articular de carácter inespecífico, son de carácter intermitente, cambiantes, no asociadas a ningún esfuerzo físico o traumatismo.