1.1.1.- Neoplasias benignas.

Ya hemos visto que la multiplicación anómala y, por decirlo de alguna forma más entendible, no "frenada" por los sistemas de control habituales del organismo es común en las neoplasias benignas y malignas.

Pero, ¿Qué es lo que hace que una neoformación tumoral sea para nosotros una masa que no nos asusta? ¿Cuáles son los criterios que marcan la benignidad del proceso?

Y aún podemos hacernos una pregunta más. ¿Hasta qué punto es benigna una tumoración benigna?

Criterios de benignidad de las neoplasias.

  • Mitosis escasas:

    Si observamos una tumoración benigna en una preparación anatomopatológica para observación microscópica, vamos a visualizar muchas menos células en proceso activo mitótico que en una neoplasia maligna.

  • Crecimiento lento:

    Esta baja tasa de mitosis hace que el tumor crezca con más lentitud.

    Algunas de las neoplasias benignas pueden tener años de evolución, sin haber causado problemas ni sintomatología más allá de la tumoración por sí misma.

  • Crecimiento expansivo:

    Los tumores benignos crecen en tamaño, pero limitándose al tejido inicial que los acogía, es decir, no son neoplasias que infiltren o invadan los tejidos vecinos.

    • Este es el motivo de la principal sintomatología que pueden presentar, que es la ocupación de espacio en el interior del organismo.

Reflexiona

Se observa un mioma gigante en el interior del útero, bien delimitado.

Es en este apartado donde podrás entender las consecuencias "malignas" de una neoplasia benigna: La ocupación de espacio no da problemas si la expansión hacia el exterior del cuerpo es posible. Pero imagina una tumoración que, aunque benigna, esté ocupando un espacio que requiere estar libre…

Te lo ilustramos con dos ejemplos de diferente gravedad:

En el caso de los miomas uterinos, estos pueden ocupar la luz del útero o incluso pueden afectar a la permeabilidad de las trompas (algunos pueden alcanzar tamaños realmente espectaculares, hasta el punto de ser confundidos con un embarazo…). Esto puede causar una infertilidad persistente en la mujer afectada, simplemente por la ocupación de espacio. No compromete la vida de la paciente, pero sí afecta a su salud reproductiva.

Imagina ahora una neoplasia benigna en el encéfalo: La estructura ósea del cráneo no permite grandes expansiones, por lo que el crecimiento de una masa en su interior puede dar lugar a un aumento de la presión intracraneal de gravísimas consecuencias. Histológicamente es una masa benigna, pero tiene un potencial patogénico tremendo, por ejemplo si no es posible una resección quirúrgica segura.

  • Tumoración bien delimitada:

    De bordes y límites definidos, en ocasiones incluso rodeadas por una cápsula. Eso contribuye a que no expansión no sea infiltrativa.

    Además, cuando el tratamiento sea la extirpación quirúrgica, será fácil extirpar la tumoración de forma completa, con su propia cápsula, evitando recidivas posteriores.

  • Células diferenciadas:

    Estas neoplasias muestran la presencia de células maduras, que se corresponden con el tejido que las aloja, y bien diferenciadas, es decir, que su estructura es fácilmente identificable a la de células normales y típicas de esa zona o tejido.

Repetición de una enfermedad poco después de terminada la convalecencia.

Autoevaluación

Pregunta

Las neoplasias benignas nunca provocan la muerte.

Respuestas

Verdadero.

Falso.

Retroalimentación