A veces nos cuestionamos si las políticas sanitarias del control del tabaquismo no caen a veces en un victimismo o dramatismo exagerados. Saldríamos rápidamente de dudas si conocemos los datos epidemiológicos en referencia al cáncer de pulmón: el 95 % de las neoplasias malignas primarias (excluyendo las metástasis) en esta zona aparecen en individuos fumadores o exfumadores. ¿No te parece suficiente razón para el tremendismo?
En el 5 % restante de los individuos con cáncer pulmonar, las causas, además de una posible predisposición genética, suelen corresponder a la exposición a otros tóxicos, como el asbesto, muy utilizado para fabricar amianto como ignífugo de los frenos en la industria automovilística, sustancias ambiéntales nocivas… ¡o la exposición al humo del tabaco como fumador pasivo!
- Esta neoplasia, en todas sus variantes, causa más de un millón de muertes anuales en todo el mundo. Como ya hemos explicado anteriormente, es el cáncer más frecuente en individuos varones, y el tercero en el sexo femenino (aunque su incidencia va aumentando, al aumentar el hábito tabáquico entre las mujeres).
- La edad media de incidencia es hacia los 60 años.
- Los casos en individuos muy jóvenes son raros.
En su mayoría, los cánceres pulmonares son, histológicamente, de estirpe epitelial y, por lo tanto, los denominaremos carcinomas.
Existen dos grandes grupos, que condicionarán en gran medida tanto el tratamiento como la supervivencia de estos tumores:
- Carcinomas de células no-pequeñas. Este grupo incluye tres subtipos diferentes:
- El carcinoma de células grandes, de crecimiento rápido y metástasis frecuentes.
- El adenocarcinoma pulmonar, que es el más frecuente entre las personas no fumadoras.
- El carcinoma de células escamosas, el más frecuente, que tiende a la necrosis y a la cavitación.
- Carcinoma de células pequeñas (oat-cell): propio de fumadores, pese a ser más sensible a la quimioterapia que los anteriores, tiende al crecimiento rápido y al mal pronóstico.
Los trabajadores de la industria relacionada con el asbesto como materia prima presentan un tipo especial de cáncer, denominado mesotelioma, que se inicia en la pleura.
No debemos olvidar que los pulmones son, junto con el hígado, los receptores más frecuentes de metástasis provenientes de cánceres en otros órganos. Un 4 % de los tumores pulmonares son metastáticos. Los orígenes más habituales son las neoplasias mamarias, las de vejiga urinaria, el cáncer de próstata, el de colon, etc.
El diagnóstico clínico se suele realizar a partir de signos y síntomas respiratorios. Entre ellos, los más frecuentes son la tos persistente, la hemoptisis, la febrícula prolongada, etc.
No obstante, no es infrecuente el hallazgo de lesiones pulmonares sugestivas en una radiografía de tórax realizada, por ejemplo, bajo la sospecha de una neumonía o en un examen preoperatorio por otra causa.
Debe completarse el diagnóstico mediante una citología de esputo o con una confirmación mediante tomografía axial computarizada, y una biopsia bajo control por broncoscopia.
El cáncer pulmonar suele tener un comportamiento muy agresivo, y la supervivencia al primer año después del diagnóstico no supera el 50 %. Más del 70 % de los carcinomas de células pequeñas presentan ya metástasis en el momento del diagnóstico.
Por su localización y comportamiento infiltrante, en muchas ocasiones no es posible realizar un tratamiento quirúrgico efectivo para la extirpación del tumor. Se debe recurrir entonces a la radioterapia y a la quimioterapia para su tratamiento. También se ha utilizado la inmunoterapia.
El asbesto, también llamado amianto, es el nombre de un grupo de seis minerales metamórficos fibrosos, compuestos de silicatos de cadena doble. Los minerales de asbesto tienen fibras largas, resistentes y lo suficientemente flexibles como para que se puedan separar y entrelazar
Que rechaza la combustión y protege contra el fuego.
Expectoración de sangre proveniente de los pulmones o los bronquios causada por alguna lesión de las vías respiratorias.