Ya hemos estudiado antes cuáles son los criterios de benignidad y malignidad de las neoplasias.
Pero en el momento de diagnosticar una lesión maligna, no podemos quedarnos aquí, o en establecer la estirpe celular que la forma. Necesitamos otros criterios que nos permitan conocer hasta qué punto es "malo" el cáncer, "cuánto" se ha diseminado o crecido, "cuánto" infiltra, etc.
La determinación de estos atributos permitirá conocer cuáles han de ser las terapéuticas a aplicar o cuál será el pronóstico del cáncer en cuestión.
Para empezar, necesitamos criterios, por lo tanto, vamos a utilizar los siguientes:
- Gradación: estudiando anatomopatológicamente el tumor y sus células, se intenta cuantificar el grado de diferenciación de las células neoplásicas. También se cuantifica el número de mitosis activas. En general, se acepta que la indiferenciación y un número elevado de mitosis son criterios que indican un índice alto de malignidad.
- Estadificación: nos va a permitir conocer en qué estadio evolutivo se halla la neoplasia, es decir, cuánto ha crecido, si ya ha afectado a los ganglios linfáticos o si ya ha hecho una siembra a distancia.
Podríamos decir que la estadificación nos ofrece una información más clínica, mientras que la gradación utiliza criterios más anatomopatológicos al basarse en la medición del grado de anaplasia celular. Muy a menudo, necesitamos utilizar ambos criterios para establecer las estrategias terapéuticas o las apreciaciones pronósticas.
Sistemas de estadificación de las neoplasias.
- Sistema TNM:
El sistema más utilizado es, probablemente el clásico propuesto por la OMS hace casi 40 años, pero todavía vigente. Se basa en la cuantificación de tres parámetros, a los que hace referencia cada una de las letras TNM. Fíjate en la tabla de estadificación:
Clasificación TNM para los tumores Letra T (del inglés, tumor) N (del inglés, node) M (del inglés, metastase) Criterio Tamaño del tumor primario
Presencia de adenopatías Presencia de metástasis Nivel TX No se puede evaluar. NX No se puede evaluar. MX No se puede evaluar. T0 No hay tumor. N0 No se detectan ganglios afectados. M0 No se detectan metástasis. Tis Carcinoma in situ. N1 Según el número de ganglios linfáticos afectados y la proximidad de estos al tumor primario. T1 Menor de 2 cm de diámetro. T2 Entre 2-5 cm de diámetro. N2 M1 Presencia de metástasis a distancia. T3 Mayor de 2 cm de diámetro. N3 T4 Invade tejidos vecinos. - Otros sistemas:
Algunas neoplasias no se ajustan demasiado a los criterios que propone el sistema TNM.
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En los tumores de tejido nervioso (cerebrales, medulares, etc.) la comunidad científica prefiere utilizar el sistema de la gradación según la diferenciación celular.
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Los linfomas también utilizan una clasificación diferente, y lo mismo pasa con cánceres que no provocan tumoración, como las leucemias.
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También se utiliza a menudo una clasificación que se basa en la etapa evolutiva en la que se halla el cáncer, y que suele combinar criterios TNM, gradación, velocidad de afectación, etc. Según esta clasificación, los grados son:
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Estadio 0: carcinoma in situ.
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Estadio I, II y III: indican las diferentes etapas infiltrativas del cáncer. Un número alto sugiere una neoplasia más avanzada.
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Estadio IV: implica la presencia de metástasis a distancia.
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Alteración de las células que modifica su proceso de diferenciación y provoca que adopten un aspecto primitivo y desdiferenciado. Los procesos anaplásicos son frecuentes en los tumores malignos, aunque en grados variables. Se suele reservar a los tumores con pérdida casi total de la diferenciación celular y, por tanto, habitualmente agresivos.