El reservorio es la primera etapa de la cadena epidemiológica. Es el hábitat o huésped natural del microorganismo patógeno, es decir, es todo ser animado o inanimado en el cual el microorganismo encuentra las condiciones que precisa para sobrevivir.
La fuente de infección es el hábitat ocasional del microorganismo.
Hay situaciones en que el reservorio y la fuente de infección son distintos. Por ejemplo, en la hepatitis A el reservorio es la persona y la fuente de infección es el agua o alimentos contaminados. En cambio en otras enfermedades como por ejemplo, la gripe, el reservorio y la fuente de infección es la misma persona.
Cuando una persona es la fuente de una enfermedad infecciosa podemos distinguir diferentes fases según la capacidad que tiene de transmitir la infección:
- Período de latencia. Es el tiempo transcurrido desde que la persona se ha expuesto a la enfermedad hasta el inicio del período de transmisión.
- Período de transmisión de la enfermedad. En este período la persona afectada de una enfermedad infecciosa libera microorganismos y por lo tanto la enfermedad es contagiosa. El período de transmisión puede coincidir o no con el período de manifestaciones clínicas de la enfermedad. Por ejemplo, en el caso de la hepatitis vírica el período de transmisión empieza antes que las manifestaciones clínicas de la enfermedad.
- Período de incubación. Es el período comprendido entre la exposición al microorganismo y la aparición del primer signo o síntoma de la enfermedad.
- Período de manifestaciones clínicas. Es el período de tiempo en que la persona presenta los signos y síntomas de la enfermedad.
Lugar distinto a su hábitat natural. En la fuente de infección este agente patógeno está presente en un hábitat ocasional.
El reservorio natural o nido se refiere al hospedador de largo plazo de un patógeno que causa enfermedades infecciosas.
Son las manifestaciones objetivas, clínicamente fiables, medibles y observadas en la exploración médica.
Problema físico o mental que presenta una persona, el cual puede indicar una enfermedad o afección. Los síntomas no se pueden medir, observar y no se manifiestan, son subjetivos de la persona.