Esta técnica fue descrita por Raper en 1920.
Se utiliza para visualizar las caries de superficies interproximales de premolares y molares. También da información sobre posibles alteraciones de las crestas alveolares interproximales.
Para realizar esta técnica se utilizan radiografías de aleta de mordida.
La característica diferenciadora respecto a las periapicales estándar es que poseen una superficie de mordida que va colocada perpendicular a la cara activa de la placa radiográfica. También puedes emplear películas periapicales convencionales si en la clínica dispones de posicionadores adecuados.
En la fotografía se observa un `posicionador de aleta de mordida simple formado por la zona portaplaca y un vástago que debe quedar colocado paralelo al tubo de rayos X cuando se realiza la radiografía.
Para realizar la radiografía tenemos que tener en cuenta lo siguiente:
El paciente debe morder la aleta y la película se coloca entre las arcadas superior e inferior a nivel de la cara lingual y debe estar paralela al eje axial de los dientes.
Posicionador de aleta de mordida simple colocado en la zona posterolateral derecha de la cavidad oral del Modelo para obtener una radiografía de aleta de mordida de dicha zona.
Orientación del rayo central. El rayo central ha de incidir en el punto de contacto de los dientes superiores e inferiores formando un ángulo entre 5º y 10º por encima del plano oclusal, es decir, el haz de rayos X incidirá prácticamente paralelo a la superficie oclusal.