Este método de revelado esta obsoleto pues actualmente se emplean métodos de radiología digital. La radiografía es sensible a la luz, por lo tanto, cuando la tienes que sacar del envase protector lo has de hacer en la oscuridad. Esta oscuridad la puedes conseguir mediante la caja de revelado manual o bien mediante el cuarto oscuro.
Las cajas de revelado manual son útiles para las radiografías intraorales. En el mercado existen diferentes modelos pero todas presentan dos orificios con manguitos para introducir las manos y poder manipular la radiografía sin que se altere por la acción de la luz. Además presentan todas las paredes de plástico rojo o una ventana para poder visualizar el interior. Dentro de la caja se encuentran los recipientes con las diferentes soluciones necesarias para el procesado de la radiografía.
El cuarto oscuro es un espacio aislado de la luz mediante una puerta hermética, iluminada con bombillas especiales o con filtros adecuados al tipo de luz. También ha de contar con un sistema de ventilación y extracción de aire adecuado. El cuarto oscuro es imprescindible si se realizan radiografías extraorales analógicas y no se dispone de procesadoras automáticas con compartimento de descarga del chasis.
El procesado correcto de la radiografía contribuye a la calidad de la misma. Una película radiográfica perfectamente expuesta no será de buena calidad si se realiza un procesado de la radiografía incorrecto.
Fases del procesado manual:
- Revelado. Consiste en sumergir la película en una solución reveladora de pH alcalino durante el tiempo que indica el fabricante. Durante este proceso el haluro de plata de la película precipita en forma de plata metálica oscureciendo la superficie de la misma. Existe un tiempo y temperatura óptimos para el revelado, según las indicaciones del fabricante. La solución de revelado se altera fácilmente con la luz, la temperatura y el fijador, por lo que se ha de intentar conservarlo en las mejores condiciones posibles.
- Lavado intermedio. Se realiza pasando la película por un recipiente con agua y ácido acético para detener la acción del revelador y eliminarlo por dilución.
- Fijado. El fijador es un líquido ácido. Su función es disolver el bromuro de plata que no ha reaccionado, de forma que en la película solo quede plata metálica de color negro. El tiempo de fijación normalmente es el doble que el utilizado en el revelado.
- Lavado. Cuando ya está fijada la película radiográfica se debe pasar por agua corriente para eliminar los restos de fijador y plata libre.
- Secado. La película radiográfica se deja secar al aire o con secadores automáticos. No debes secarla con el aire del equipo.