El personal de la clínica dental encargado de realizar radiografías a los pacientes debe seguir las normas de radioprotección para el paciente y para el equipo de trabajo dental que están especificadas en los reglamentos básicos.

Los pacientes generalmente no son conscientes de los efectos que pueden generar los rayos X sobre el organismo humano. Estos efectos dependen de la cautela, cuidado y base científica del profesional odontólogo que determina cuando debe realizarse una radiografía. También es importante destacar que al realizar la exposición del paciente a los rayos X todas las personas, excepto el paciente, deben mantenerse fuera del alcance del haz primario de rayos X.

La radioprotección del paciente depende de los siguientes parámetros:

• Decisión del odontólogo sobre las radiografías que deben realizarse. El profesional odontólogo debe realizar solo aquellas radiografías y técnicas radiográficas necesarias para identificar las patologías de los pacientes. Debido a que los niños tienen mayor riesgo que un adulto en las exploraciones radiológicas, los procedimientos de justificación han de ser muy rigurosos.
• El personal cualificado para la realización de las tomas radiográfica debe emplear las características técnicas adecuadas para cada toma radiográfica con el objetivo de que salgan las imágenes de forma correcta a la primera, así se evitan tener que repetir radiografías.
• En el caso de utilizar radiografías analógicas. La selección de una película de velocidad rápida por ejemplo la película F Insight respecto a la película D Ultraspeed reduce la exposición a los rayos X del paciente en un 60 %.
• Utilización de posicionadores de la película radiográfica intraoral y colocación correcta del tubo de rayos X para realizar una radiografía de calidad.
• En las radiografías extraorales analógicas deben utilizarse pantallas intensificadoras compatibles con el tipo de película utilizada. Dichas pantallas deben estar limpias para que no se aprecien artefactos en las películas previamente expuestas y reveladas. También debe utilizarse un chasis que cierre herméticamente.

• Filtración. La filtración aumenta la calidad del haz de rayos X haciéndolo más penetrante debido a que se eliminan los rayos de menor energía. Así se evita la sobrecarga de radiación y mejora la calidad de la imagen.
• Diafragma o colimador. Se encarga de adecuar el campo de radiación al formato de la película y de absorber la radiación dispersa producida antes de llegar a la zona a radiografiar. En radiografía intraoral el diámetro del campo de irradiación en el extremo exterior del aplicador del haz debe ser de 60 mm como máximo.
• Distancia foco-piel. En radiografía intraoral debe ser de 20 cm como mínimo con equipos cuyas tensiones máximas seleccionables superen 60 kV.
• Delantal y collarín de plomo de al menos 0,25 mm de plomo. Si en algunas exploraciones el haz ha de dirigirse hacia órganos, utilizar protectores plomados para proteger dichas zonas del paciente. En radiología dental se debe tener en cuenta la posible irradiación de la glándula tiroides. El protector tiroidal se debe utilizar para los niños. También se debe utilizar para los adultos, sobre todo en radiografías panorámicas y telerradiografía de cráneo.
• Debes preguntar a las pacientes en edad fértil si están embarazadas para adoptar las medidas oportunas. En caso afirmativo el odontólogo evaluará la necesidad de realizar la exploración informando a la paciente de los posibles riesgos que conlleva. Si la exploración no se puede posponer, debes proteger el útero mediante delantal plomado teniendo cuidado que el haz de rayos X no incida sobre él.
• Realizar el procesado y almacenamiento adecuado de la película radiográfica impresionada para no tener que repetir radiografías de forma innecesaria.