¿Te has dado cuenta que muchas veces “notamos” que vamos a “ponernos malos”?
La evolución o historia natural de la enfermedad representa la secuencia o curso de acontecimientos biológicos entre las causas o etiología, hasta que se desarrolla la enfermedad y ocurre el desenlace, que puede ser la curación, el paso a cronicidad o la muerte. La historia natural de una enfermedad representa la evolución del proceso patológico sin intervención médica.
Aunque actualmente se considera la enfermedad como el producto de numerosas causas, e inevitablemente vinculada al entorno social y ambiental. La Historia natural de la enfermedad se desarrolla en las siguientes etapas o períodos:
- Periodo prepatogénico: La enfermedad no ha aparecido, pero hay una serie de factores que preparan el terreno (factores de riesgo). Existe una exposición a los factores de riesgo o agentes causales.
- Periodo patogénico subclínico. Periodo asintomático. La enfermedad está presente pero no se muestran signos ni síntomas.
- Periodo prodrómico. Aparecen signos y síntomas inespecíficos.
- Periodo clínico o de enfermedad declarada. La enfermedad está establecida y aparecen signos y síntomas.
- Periodo de resolución o postclínico. La enfermedad ha desaparecido, pero pueden quedar secuelas o invalideces.
También existe la posibilidad de que la enfermedad no se resuelva y se cronifique. Así pues, conocer la historia natural de la enfermedad permite conocer también la prevención primaria, secundaria y terciaria de la misma, como veremos más adelante.
“Conjunto de fenómenos que se producen en un organismo que sufre la acción de una causa morbosa y reacciona contra ella”.
Ambientales: Bacterias, virus, productos químicos. Conductales: Consumo de azúcar, tabaco. Endógenos: Predisposición familiar, sexo.