Ya hemos realizado el análisis de la situación, fíjate cuál es el siguiente paso.

6. La determinación de objetivos. Es la fase más difícil del proceso de planificación, de la concepción de un programa de salud. Consiste en transponer una idea, con frecuencia muy general (“mejorar el estado de salud de una población...”) en actividades específicas. En general, el establecimiento de objetivos pasa por responder cuestiones como: ¿Qué se pretende conseguir? ¿Cómo conseguirlo? ¿Quién es responsable de desarrollar o aplicar la acción? ¿Cuándo iniciar la acción? y ¿Cómo evaluar el grado de consecución del objetivo?

   Características de un objetivo.

   • Debe enunciar una acción dirigida a un problema de salud. Por ejemplo: “Reducir la Tasa de caries.
   • Define la población “diana” a quien se dirige la intervención: Entre los niños menores de 15 años...
   • Cuantifica los resultados que se esperan con dicha intervención. Del 40 al 20%.
   • Establece un lapso de tiempo para lograr el resultado previsto. En 1 año.

   Criterios para enunciar objetivos:

   • Creíbles: Aborda aspectos importantes de salud pública.
   • Claros: qué sean fáciles de entender.
   • Selectivos: El objetivo se centra en áreas en las que existe gran necesidad de acción.
   • Compatibles: Con las actuales estrategias de salud pública.
   • Alcanzables: Las intervenciones deben ser posibles, las metas enumerarse por evidencia de la efectividad y por el tiempo entre la intervención y el efecto, primero los resultados a corto plazo, seguidos de los de medio y a largo plazo.
   • Equilibrados: Indica la posibilidad de monitorizar el progreso a través del procedimiento de evaluación.
   • Cuantificables: Si es necesario se pueden utilizar indicadores sustitutivos.
   • Éticos: Siempre con respeto al individuo y evitando juicios de valor.

   La relación entre objetivos y acciones es lo que da coherencia al programa. Las actividades, en la práctica, se descomponen en tareas. Por ejemplo, “Reducir la aparición de caries” puede subdividirse en aplicación de flúor, control de placa a través del cepillado y seda dental y disminución del consumo de azúcares, entre otras actividades.