1.9.- Ejecución y Evaluación.

Cepillo dental con pasta dentrífica.

Continuamos con el desarrollo de las fases de elaboración de un plan. Hemos realizado el análisis de los problemas, establecido prioridades y enunciado unos objetivos acordes con lo qué queremos conseguir, ¿Cómo crees que podemos desarrollarlo y terminarlo?

  1. Operatividad del plan. A través de la elaboración de distintos programas. El programa es una prolongación del plan, es la instrumentalización de los objetivos. La cohesión entre el plan y el programa debe ser total, de forma que las acciones propuestas en el plan coincidan con lo ejecutado en el programa. Un programa de salud se puede definir como el conjunto de recursos que se aplican con un método, para proporcionar a una determinada población unas actividades o servicios organizados en tiempo y espacio, para alcanzar unos objetivos de mejora de salud previamente establecidos. Una secuencia lógica para planificar las actividades sería realizar:
    • Actividades de iniciación. Sirven de evaluación inicial y de motivación.
    • Actividades de desarrollo y aprendizaje que garanticen que los participantes adquieran los conocimientos necesarios.
    • Actividades resumen, que permiten que el participante vea el progreso del programa de salud de modo global
    • Actividades de refuerzo o ampliación para afianzar el grado de desarrollo del aprendizaje.

    Para realizar las tareas establecidas, es preciso movilizar una serie de recursos, una vez valorados los que existen a nivel local, si la población tiene acceso a ellos y en qué medida deben completarse. La falta de recursos puede conducir a la modificación de los objetivos. Los recursos se dividen en cuatro categorías:

    • Humanos.
    • Materiales: Medicamentos, instrumental, infraestructura, alimentos, productos sanitarios etc. Deben estar adaptados a las costumbres locales y fáciles de movilizar, almacenar y distribuir.
    • Medios de transporte, aplicables tanto al personal, como a los materiales o a los enfermos (referencia entre niveles de atención).
    • Financieros: Exteriores, nacionales, a nivel comunitario.
  2. Puesta en marcha del plan. La parte más sencilla del proceso de planificación son todas las fases que hemos visto hasta ahora, lo realmente complicado es la puesta en marcha del plan, es decir, que el plan se haga realidad y se ejecute. Se llevan a cabo todas las actividades previstas.
  3. Evaluación del plan. Constituye la última etapa de la planificación, el objeto de la evaluación es mejorar los programas y proyectos de salud para su ejecución y orientar la distribución de los recursos entre las actividades ya emprendidas o que puedan emprenderse en el futuro. En ella se lleva a cabo una supervisión de las distintas etapas de la planificación, analizando sucesivamente la pertinencia de los objetivos, su nivel de consecución, el grado de adecuación de las actividades desarrolladas, la relación existente entre los recursos y las necesidades, etc. La evaluación en continuidad o monitorización constituye un elemento vital para el proceso de planificación, al permitir que el plan se adapte a los cambios que se producen, tanto en el entorno como en la organización, confiriéndole cierto grado de flexibilidad .La evaluación debe permitir obtener una visión de conjunto de una situación determinada que permita compararla con la situación de partida al inicio del programa.

    A modo de síntesis, la evaluación debe realizarse a tres niveles:

    1. Análisis de los recursos invertidos (input): Cuantitativo y Cualitativo.
    2. Análisis de los servicios dispensados (output).
    3. Análisis del impacto sobre el estado de salud de la población (outcome), que exige comparar los resultados con los objetivos fijados al principio del programa. 

      Se debe obtener un juicio objetivo sobre el programa. Se lleva cabo mediante:

      • Evaluación cuantitativa, utilizando una característica del programa que se pueda observar, utilizando una unidad de medida como por ejemplo un índice o tasa.

      • Evaluación cualitativa para sacar conclusiones sobre la adecuación del programa para la solución del problema, el resultado positivo o negativo y lo mejorable del mismo. 

    La evaluación va íntimamente ligada al concepto de seguimiento, o mejor aún, de información sanitaria o “vigilancia”, que consiste en el registro regular de informaciones para obtener unos elementos objetivos (indicadores de salud) que definan la cobertura sanitaria y la evolución del estado de salud, así como las tendencias, posibles epidemias y la necesidad de reorientar o finalizar un programa.

Autoevaluación

Pregunta 1

¿Es cierto que un programa de salud se puede definir como el conjunto de recursos que se aplican con un método, para proporcionar a una determinada población unas actividades o servicios organizados en tiempo y espacio, para alcanzar unos objetivos de mejora de salud previamente establecidos?