En el apartado anterior dijimos que la comunicación no verbal es cualquier suceso comunicativo humano que transcienda las palabras orales o escritas.

Es todo aquello que se da a entender al receptor sin emplear palabras. Incluye además del lenguaje corporal, las acciones o hechos que efectuamos ante los demás. Cuando dos personas entran en contacto la primera vez, se ha observado que el receptor suele fijarse más en la cara y los gestos que en el contenido significativo del mensaje verbal. El lenguaje no verbal es más primario y suele ser más sincero que el verbal. La comunicación corporal y la proxemia son parte de esta comunicación no verbal.

En cuanto a la comunicación corporal la parte más expresiva es el rostro. La musculatura mímica facial, permite manifestar emociones y sentimientos, a menudo difíciles de ocultar. La mirada también es un modo de comunicación sutil y expresivo. Actúa como retroalimentación. El contacto visual suele favorecer la comunicación, aunque hay que evitar el clavar fijamente la mirada. El resto del cuerpo tiene su significado propio: los gestos, la forma de mover las manos, la postura, denotan nerviosismo y confianza o desconfianza en el interlocutor. Las posturas de cierre (brazos y piernas cruzados) indican distanciamiento y protección, mientras que inclinarse hacia adelante indica escucha y atención.

En cuanto a la distancia interpersonal o proxemia, hay que tener en cuenta que muchas personas se sienten intimidadas ante la proximidad excesiva, sobre todo cuando no existe suficiente confianza con el interlocutor. Pero un excesivo distanciamiento podría suscitar desconfianza y frialdad, impidiendo una buena comunicación.

Aproximadamente, el 65 % del significado del mensaje se transmite a través de este tipo de comunicación y, por tanto, permite comunicar actitudes interpersonales, sentimientos y emociones, y apoyar la comunicación verbal:

• Completar el significado.
• Sincronía de la conversación.
• Retroinformación.
• Señalar la atención.
• Sustituir la comunicación verbal.

La comunicación no verbal en la relación de ayuda.

Este tipo de comunicación puede contribuir a facilitar la relación por:

• Sensibilidad: los entrevistadores experimentados tienen mayor capacidad para emitir mensajes no verbales efectivos y son más conscientes de la comunicación no verbal del paciente o usuario.
• Congruencia: como veremos en los principios de la comunicación eficaz, es importante que la comunicación no verbal y verbal estén en consonancia, que no entren en contradicción. Los mensajes mixtos (cada comunicación dice una cosa) disminuyen la cercanía psicológica y la percepción de autenticidad.
• Sincronía: es el grado de armonía entre la comunicación no verbal del entrevistado y del entrevistador. No es una equiparación total (llamada imagen en espejo), pero en general, favorece la fluidez de la relación.
• Las dimensiones o formas de la comunicación no verbal incluyen las kinestesias (ademanes, expresión facial, movimientos oculares, postura, apariencia), paraverbal (voz, tono, ritmo, fluidez, silencios), los factores ambientales como la disposición del entorno y el tiempo (percepción y uso del tiempo).