Caso práctico
Ramón y Claudia ya han vuelto de sus “vacaciones” con la ONG, y han empezado con su vida de cada día en el centro de salud y en la clínica dental. Hoy han quedado con su grupo para analizar los datos y la información que han obtenido. Estará con ellos Maite, una amiga que trabaja en la universidad y que les va a ayudar.
Comienza la reunión y le recuerdan que estuvieron midiendo el ICAOD y el índice de restauración en niños y niñas de 6 y 12 años, enfermedad periodontal y ausencias en adolescentes y adultos, y que pasaron cuestionarios a la gente para conocer algunos hábitos sobre consumos y cepillado.
—Maite, ¿qué crees que podemos hacer con estos datos?
—Mira Ramón, tenéis que ordenarlos y calcular las medias aritméticas de las variables con sus desviaciones típicas. También es importante, que incluyáis algunos datos para caracterizar la población, como la distribución por edades o por sexo.
Interviene Claudia:
—¡Ya! pero… y después de hacer los cálculos ¿qué hacemos?
—Podéis escribir el informe y preparar algunas tablas y gráficos que recojan los resultados de forma más visual o más gráfica. También sería bueno que relacionarais alguna variable con otra.
—¿Cómo? ¿Qué quieres decir con eso?
—Me dijisteis que os parecía que se tomaba mucho azúcar y que había muy poca costumbre de cepillarse los dientes. Podríais tratar de establecer alguna relación estadística entre estos hábitos y la caries de los niños y niñas. Así podríais demostrar que la relación no es solo una intuición, y sería mucho más fácil obtener dinero para algún programa de educación para la salud.
Están contentos con el trabajo que han hecho. Les salió muy bien y ahora tiene curiosidad por saber exactamente qué nivel de salud hay en la zona y si se confirman o no, las impresiones que tenían mientras estaban allí.
Medida que se utiliza para cuantificar la variación o la dispersión de un conjunto de datos numéricos.