Es difícil establecer unas características comunes para la enfermedad periodontal. Por un lado, los datos oscilan mucho según la fuente consultada, y por otro lado, es difícil definir lo que es exactamente enfermedad periodontal, ya que incluye otros procesos como gingivitis, placa bacteriana o periodontitis. Sin embargo, lo que está claro en todos los estudios, es la amplia distribución de estos procesos.

Los datos que se deducen de la encuesta del año 2005 son los siguientes:

• En todos los grupos de edad se observa una estabilización de los datos. Las cifras mejoraron hasta el año 2000 y a partir de aquí se han estabilizado.
• Sigue siendo una enfermedad muy prevalente, sobre todo en sus formas leves.
• No se observa relación entre mayor prevalencia y la pertenencia al medio urbano o a una clase social determinada.
• Las formas severas parece que afectan a un grupo pequeño de personas, y para ellas las decisiones, más que desde el punto de vista epidemiológico, se debería hacer un plan de tratamiento por su odontólogo de referencia.

Entre los factores responsables de la situación de la enfermedad periodontal, se pueden citar los siguientes:

• La gingivitis aumenta con la edad, hasta la adolescencia, aunque en muchos casos no sigue avanzando.
• No todas las gingivitis terminan como enfermedad periodontal. De hecho, las formas graves de enfermedad periodontal no son muy frecuentes.
• Parece que es más frecuente en hombres que en mujeres, aunque se desconoce la causa de este fenómeno.
• Se han identificado factores de riesgo adquiridos y ambientales que contribuyen a la susceptibilidad a la enfermedad, así como se considera que puede haber un riesgo innato.

Entre los factores de riesgo se incluyen el tabaquismo, el estrés… y sobre todo, la higiene oral deficiente. Incluso se piensa que, factores considerados hasta ahora como de riesgo (raza negra, alcoholismo, ser hombre…), podrían estar más relacionados con el factor del hábito de higiene que con sus características, ya que se observa que cuando los niveles de higiene se igualan, desaparecen las diferencias en prevalencia. Hoy en día, la mala alimentación no se considera un factor de riesgo y hay algunas enfermedades sistémicas y la herencia, que parece que están relacionadas.

Desde el punto de vista de la salud pública, es interesante abordar este problema porque es muy prevalente y con un pequeño esfuerzo se pueden conseguir importantes mejoras. Se debe insistir para que la población se limpie bien los dientes (con tiempo suficiente y calidad en el cepillado) y para que acuda a revisiones periódicas de forma que se pueda detectar cuanto antes la enfermedad, e iniciar los tratamientos adecuados (como las higienes dentales).