Uno de los objetivos de la epidemiología, es obtener información y sacar conclusiones sobre los sistemas de prevención utilizados en el control de las enfermedades y sobre los sistemas de mejora de la salud. Está claro que no sirve cualquier método y que, dado que los recursos económicos son limitados, es importante seleccionar los mejores y más eficientes. También es verdad, que muchos de estos métodos, están relacionados con la mejora del estilo de vida (hábitos, dieta…) y que por tanto, sirven para prevenir varias enfermedades.
En la prevención de las enfermedades orales se distinguen también los tres niveles clásicos:
- La prevención primaria consiste en promocionar estilos de vida que mejoren las condiciones orales y eliminar aquellos factores que supongan un riesgo, y de esta manera, reducir la incidencia de las enfermedades. En este nivel, se incluyen todas las acciones de educación para la salud, encaminadas a la mejora de los hábitos de vida. En estos casos, la enfermedad no está presente todavía y se trata de evitar que aparezca. En el caso de la caries, se pueden citar acciones como mejorar las condiciones bucales por cepillado para disminuir la presencia de placa, disminuir el consumo de azúcares para evitar las alteraciones del pH y la utilización de flúor para aumentar la resistencia del esmalte. En el caso de la enfermedad periodontal, se podría hablar del control de la placa bacteriana, por distintos métodos, incluyendo en este caso las higienes (raspados, profilaxis…) por profesionales. En el caso del cáncer oral, esta prevención consistirá en acciones para reducir o eliminar factores de riesgo como pueden ser el tabaco y alcohol y la mejora de la dieta.
- La prevención secundaria supone la detección y el tratamiento precoz de la enfermedad, para prevenir la aparición de complicaciones. Hay que insistir en el término “precoz” o temprano, porque si no, no se previene nada, simplemente se está diagnosticando y tratando la enfermedad. En este grupo se incluyen los métodos de cribado o screening, que consisten en pruebas rápidas y en lo posible baratas, que buscan posibles casos aunque sin mucha precisión. En estos casos la enfermedad está presente, aunque sin manifestaciones evidentes (periodo preclínico). Ejemplos de acciones de prevención secundaria serían las autoexploraciones y revisiones periódicas en las consultas dentales, que serviría tanto para la caries, o enfermedad periodontal como para el cáncer oral u otras enfermedades.
- Por último, la prevención terciaria, pretende poner en práctica intervenciones encaminadas a reducir las consecuencias de la enfermedad y reducir las recidivas de la enfermedad o a minimizar la morbilidad relacionada con el tratamiento. Por ejemplo en la caries, sería realizar obturaciones, o en el caso de la enfermedad periodontal sustitución de piezas para evitar las consecuencias de las ausencias (movimientos de piezas, pérdida de otras, reabsorción ósea…)… En el caso del cáncer, dependerá mucho de la zona afectada, pero se podría citar logopedia para la mejora del habla, reposición ósea…
El test de screening o tamizaje es una prueba que se utiliza para la determinación precoz de enfermedades y que permite conocer la posible prevalencia de una enfermedad que afecta a una población.
Periodo anterior a la manifestación de los síntomas de una enfermedad.