Todos los días consumes alimentos y bebidas. Pero, ¿qué alimento y qué bebida ponen en riesgo tu salud oral? La respuesta es relativamente fácil: Todos aquellos que contengan carbohidratos.
Sobre los carbohidratos actúan las bacterias cariógenas produciendo la formación de ácidos (ácido láctico sobre todo) que reducen el pH oral, hecho que actúa sobre la superficie del esmalte, desmineralizando el tejido adamantino.
Los principales formadores de ácidos son los estreptococos, pero también producen ácidos los lactobacilos, que, además, son capaces de crecer y reproducirse en medios ácidos. Además las bacterias utilizan los glúcidos de la dieta como fuente de energía. También estos glúcidos son convertidos por las bacterias, en polisacáridos que facilitan la adhesión de las bacterias entre ellas y sobre la superficie dental (placa dental).
Pero existen factores cariogénicos en los alimentos tal vez más importantes que la cantidad de glúcidos que contengan. Estos factores son:
- Las características físicas del alimento: Su adhesividad. Así, se consideran más cariogénicos aquellos que tengan una mayor adhesividad dado que se mantienen en contacto con el diente durante más tiempo.
- El momento de la ingesta del glúcido, ya que su cariogenicidad es menor cuando se ingiere durante las comidas, incrementándose ésta si se consume entre ellas. Esto puede ser porque durante las comidas existe un flujo de saliva mayor y más movimientos musculares que aceleran la eliminación de los residuos de alimentos de la boca.
- La composición química: Algunos alimentos como el cacao presentan en su composición sustancias capaces de inhibir el efecto cariogénico de los glúcidos.
- La frecuencia con la que se consume el alimento que contiene el glúcido: Cuanto menor sea la frecuencia con la que se ingieren estos alimentos, menor será su cariogenicidad.
Referente al esmalte dentario.