Ya conoces las características, diagnóstico y factores de riesgo de la caries. Ahora será fundamental establecer un tratamiento.

• CARIES DE FOSAS, SURCOS, PUNTOS Y FISURAS. Abarca dos líneas de actuación:
  • Prevención: Debe incluir:
    • Adecuada higiene bucal.
    • Consumo racional de productos cariogénicos.
    • Aplicación de selladores de fosas, surcos y fisuras: Se hace en los dientes recién erupcionados de niños/as jóvenes y que aún no tengan caries.
    • En aquellas fosas surcos y fisuras en las que haya sospecha de caries que afecte la zonas de la unión amelodentinaria o, incluso, únicamente a la dentina (zonas de mayor contenido orgánico), la actuación es hacer una ameloplastia (apertura de las fosas), asegurándose de la eliminación del tejido cariado antes de aplicar el sellador.
  • Restauración: Consiste en la colocación de un empaste u obturación: eliminación del tejido cariado, tallado de una cavidad adecuada y relleno de esta cavidad con un material de obturación resistente.
• CARIES DE SUPERFICIES LISAS.
  • Prevención: Consiste en la combinación de:
    • Higiene oral que debe incluir el uso de la seda dental.
    • Aplicaciones tópicas de flúor. En pacientes jóvenes, con baja susceptibilidad a la caries, colaboradores, en los que es fácil hacer el seguimiento, se hace un tratamiento conservador con:
      • Medidas higiénicas.
      • Aplicaciones tópicas de flúor.
      • Seguimiento periódico de la lesión para comprobar si las medidas son eficaces.

    En pacientes adultos o ancianos con caries detenidas, se puede seguir el mismo criterio que en el caso anterior.

  • Restauración: Se hace siempre que la caries esté cavitada y en pacientes con higiene deficiente (índice de placa elevado), no colaboradores, con alta susceptibilidad a la caries, aunque la caries no esté cavitada.
• CARIES DE LA UNIÓN AMELOCEMENTARIA (UAC). Su tratamiento es difícil. Son de aplicación las medidas que se exponen a continuación, para la caries radicular.
• CARIES RADICULAR.
  • Prevención: Son lesiones que fácilmente pasan a caries detenidas. Por eso, en las personas colaboradoras, con lesiones incipientes, no cavitadas, con bajo riesgo de caries y sobre todo, si son mayores de 55 años, conviene hacer un gran esfuerzo en:
    • Eliminar el tejido reblandecido.
    • Aplicar tratamiento remineralizante.
    • Fomentar las medidas higiénicas.
    • Seguir el proceso con revisiones periódicas.

    En las caries detenidas la actuación será parecida, pero se extremarán las medidas higiénicas y las aplicaciones de flúor.

  • Restauración: Este tratamiento suele ir acompañado de tratamiento endodóntico ya que es frecuente que se produzca afectación precoz pulpar en estos pacientes.