Como ya comentábamos en la presentación de la periodontitis agresiva, existen dos tipos:

• Peridontitis juvenil:

  Supone un 5 % de las periodontitis. Es rara su aparición antes de los 10 años, pero si lo hace, generalmente, suele estar asociada a enfermedades sistémicas graves (neutropenias, leucemias, etc.). Afecta más frecuentemente a las mujeres.

  En las fases iniciales se afectan incisivos y primeros molares, aunque posteriormente lo hacen otras piezas.

  El aspecto de la encía es muchas veces normal, con escasa placa supragingival.

  La microbiota que predomina en las bolsas esta constituida por gérmenes anaerobios.

  Sin tratamiento, la enfermedad evoluciona con rapidez hacia la destrucción de los dientes que se afectaron al principio: Incisivos y primeros molares.

  El tratamiento instrumental, acompañado de antibioterapia, frena la evolución y los daños óseos pueden recuperarse.

• Periodontitis rápidamente progresiva o postjuvenil:

  Es una entidad rara, inferior al uno por ciento de todas las periodontitis. Puede empezar después de la pubertad y se diagnostica entre los veinte y los cuarenta años. También es más frecuente en las mujeres que en los hombres. Puede afectar a todos los dientes.

  Cursa con brotes agudos que se cronifican. En el brote agudo se observa:

  • Intensificación de la inflamación gingival.
  • Hemorragia al sondaje.
  • Exudado y salida de pus de las bolsas.

Sin tratamiento la evolución es muy rápida y lleva a la pérdida de los dientes. El tratamiento instrumental debe ser reforzado, en los casos graves, con la administración de antibióticos y antisépticos locales del tipo de la clorhexidina.

•  Paciente sano
• Rápida perdida de inserción y destrucción ósea.
• No relación con la cantidad de depósitos de placa bacteriana.
• Patrón hereditario.