La PUNA ( periodontitis ulcero necrótica aguda), tiene las siguientes características:
- Papila necrótica y ulcerada.
- Margen gingival recubierto por una pseudomembrana.
- Papila en crater.
- Sangrado provocado o espontáneo.
- Dolor y aliento fétido.
- Puede acompañarse de fiebre, malestar general y linfadenopatías.
Cuando se habla de absceso, nos referimos a una estructura que representa una colección de, generalmente, pus en un área determinada. En los tejidos dentarios o en los tejidos que rodean los dientes, es frecuente la aparición de abscesos.
El absceso periodontal es un área de inflamación localizada, con formación de pus en los tejidos periodontales. Lo producen microorganismos piógenos, que posiblemente aprovechan la reducción en los mecanismos de resistencia del individuo debida a la acción de factores locales y/o generales. Entre estos factores hay que destacar:
- La obstrucción de la entrada a una bolsa periodontal profunda, generalmente tortuosa, o cuando se hace una eliminación incompleta de la placa y cálculo subgingival en las zonas profundas de la bolsa.
- Lesión gingival causada con un objeto extraño como puede ser:
- La cerda de un cepillo dental.
- Un palillo interdental.
- Un raspaje subgingival mal hecho, etc.
- Infección de tejidos periodontales lesionados por:
- Traumatismos dentales.
- Presión excesiva de un dispositivo de ortodoncia.
- Bruxismo.
- A partir de un proceso pulpar que:
- Disemina en dirección coronal a partir del ápice.
- Afecta al ligamento periodontal si se perfora la pared lateral del diente durante la realización de una endodoncia.
- Respuesta defectuosa ante un proceso infeccioso en un paciente con una enfermedad general que altera su respuesta inmune: diabetes, SIDA, etc.
El comienzo suele ser brusco, con un dolor pulsátil durante la masticación, la encía está inflamada y suele haber adenopatías. En fases más avanzadas aparece el pus, que puede localizarse en la bolsa periodontal o acceder al hueso alveolar. La pérdida ósea puede ser rápida y extensa pero reversible si se hace un correcto tratamiento.
Si el absceso madura y se fistuliza, sale el pus y se alivian los síntomas.
Si no se fistuliza, la inflamación se disemina hacia los tejidos vecinos produciendo una celulitis. Esta es una evolución frecuente en los pacientes con afectación del sistema inmunitario.
En el caso de abscesos periodontales del maxilar superior, según la pieza afectada, la inflamación puede alcanzar a los labios, mejillas, región suborbitaria y párpado inferior (estas últimas localizaciones son especialmente peligrosas).
En el caso de abscesos periodontales del maxilar inferior, según la pieza afectada, la inflamación puede llegar al mentón, mejillas, ángulo de la mandíbula y cuello.
El tratamiento depende de la fase de desarrollo en la que se encuentre. Generalmente los objetivos iniciales son:
- Eliminar el dolor.
- Tratar la infección.
Cuando el absceso está maduro lo que se debe hacer es drenarlo, generalmente con una incisión horizontal, en el lugar que presente una mayor acumulación de pus, o reabriendo la bolsa periodontal.
Aquellos microorganismos que generan una reacción inflamatoria que incluye la producción de pus. Diversos microbios pueden ser calificados como piógenos, como es el caso del estafilococo y del estreptococo.
Es una inflamación de uno o más ganglios linfáticos, ya sea en el marco de una inflamación, o en el contexto de un cáncer.
Inflamación del tejido celular subcutáneo que puede ser purulenta
Es un sistema de defensa que protege al cuerpo de las enfermedades. Abarca órganos, células y proteínas, su función consiste en mantener la estructura propia del cuerpo mediante el rechazo de sustancias extrañas y agente patógenos como bacterias, virus, parásitos y hongos
Salida de líquidos (sangre, pus) de una cavidad
División de las partes blandas de un órgano o tejido con un objeto cortante.