Una vez se realiza el diagnóstico, la valoración y análisis del tratamiento, pasa por distintas fases que nos harán predecir el pronóstico. Éste se adivina en base a una serie de factores:
- Cambio hacia hábitos de higiene dental más rigurosos.
- Adquisición de hábitos de vida saludables. Abandono de hábitos nocivos (por ejemplo, tabaco, chupar palillos, morder objetos, etc.).
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Valoración
de la movilidad dental. Según en qué grado esté, el pronóstico será mejor o
no. Se distingue:
- Grado 0: es la movilidad fisiológica que toda pieza tiene en condiciones normales. Oscila entre 0 y 0,2 milímetros.
- Grado 1: oscila entre 0,2 y un milímetro en sentido horizontal.
- Grado 2: oscila entre uno y dos milímetros en sentido horizontal.
- Grado 3: existe movilidad tanto horizontal como vertical. El diente tiende a "caer".
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Aparición
de furcaciones o furcas. Es un problema importante porque, además de la
pérdida de soporte que implica su aparición, constituyen espacios en los que se
pueden alojar gérmenes. Se determinan, lógicamente, en molares y se miden en
grados:
- Grado 0: puede existir bolsa, pero la sonda no puede acceder a la furcación.
- Grado 1: la sonda penetra en la furcación hasta 3 milímetros en dirección horizontal.
- Grado 2: la sonda penetra en la furcación más de 3 milímetros en dirección horizontal.
- Grado 3: la furcación es permeable, se puede pasar con la sonda de un lado al otro.