Caso práctico
Ha llegado el mes de Julio, Claudia y Ramón han acabado el ciclo de higiene bucodental y gracias a la bolsa de trabajo del centro donde estudiaron, los dos han encontrado trabajo.
Claudia en un centro de salud, donde hay servicio de atención bucodental. Y Ramón en una clínica dental moderna e innovadora.
Como cada viernes, Ramón acude a casa de Claudia para jugar a la consola, con su hermano Alberto, que es su mejor amigo. Pero esto no impide que los dos estén eufóricos por contárselo todo sobre sus nuevos y respectivos trabajos:
Claudia! ¿Qué tal? ¿Cómo va por el Centro de salud?
Muy bien, y ¿tú? ¿Qué tal en la clínica dental?
Fenomenal, la verdad es que estoy contentísimo, aunque todavía me queda mucho por aprender… Es una suerte contar con Esther, mi compañera, que me resuelve las dudas propias de la inexperiencia, vamos eso dice ella…
¡Qué razón tiene! Esto me ha hecho recordar mi primer día en el centro de salud, no te puedes imaginar lo nerviosa que estaba, tenía auténtico miedo de no saber qué instrumental pasar en cada momento, de quedarme bloqueada…
¿En serio? Yo también me sentí así.
Afortunadamente apareció Elena, que también es higienista en el centro y lleva tres años trabajando, estuvo pendiente de todo y me ayudó cuando lo necesité.
Sí, la verdad es que es muy importante poder apoyarte en alguien con experiencia.
Ahora entiendo por qué teníamos que conocer todo tan bien, los procedimientos, los materiales… ¡Son fundamentales!
Ya nos lo decían… Por cierto ¿Te gustaría que los viernes aprovecháramos para contarnos lo que vamos aprendiendo? Creo que puede ser muy interesante, ya que hacemos cosas muy distintas, así reforzamos nuestros puntos débiles.
¡Perfecto! Me encanta la idea, así tú me cuentas todo lo referente a las obturaciones, que supongo haréis un montón cada día ¿no?
Sí, es de lo más habitual.
Ramón, Al final vamos a hacer un buen tándem ¿eh?
¡Claro que sí! Pues hasta el próximo viernes.
Hasta entonces.