2.- Limpieza, desinfección y esterilización.

Caso práctico

Susana y Carlos preparando el autoclave.

Antes de eliminar algunos de los residuos obtenidos en el laboratorio Carlos y Susana tienen que esterilizarlos, pero Carlos no entiende por qué si es un residuo tiene que ir al autoclave.

Susana, ¿para qué queremos esterilizar si estos tubos son desechables?

Carlos, es que dentro de esos tubos hay microorganismos vivos y hemos de asegurarnos que no vamos a producir contaminaciones.

— ¿Vivos? Pero si llevan en la estufa de crecimiento una semana.

— Bueno ya sabes que algunas bacterias producen esporas.

— Sí, lo recuerdo y también los hongos.

— Pero las de las bacterias son formas de resistencia y las de los hongos son células reproductoras. Nada que ver.

— ¿Y cómo sabes tú que BS231 produce esporas?

— No lo sé, podemos preguntarle a Celia, pero al esterilizar evitamos la dispersión de microorganimos y evitamos contaminaciones.

—Visto así mejor esterilizamos, no vaya a ser que encontremos las cepas del laboratorio en la última planta.

Los microorganismos se encuentran en el ambiente a la espera de encontrar condiciones óptimas para su crecimiento, tienen una elevada capacidad de adaptación. En el laboratorio los resultados del trabajo tienen que ser fiables y reproducibles y la presencia de microorganismos o la aparición de contaminación cruzada pueden falsear resultados e invalidar un trabajo. Por todo ello, en los laboratorios del ámbito de la salud, la limpieza, desinfección y esterilización de superficies y materiales son medidas obligatorias para llevar a cabo el control de microorganismos.

En este apartado vamos a conocer qué conseguimos con cada una de estas técnicas y cuál es su fundamento. Entenderemos también la importancia de realizar procedimientos sencillos como el lavado de manos como primera medida de reducción de microorganismos o la comprobación de un autoclavado correcto.