Debes mantener todas las áreas de trabajo del laboratorio limpias y ordenadas. Cuando se trabaja con muchos productos es habitual que algunos se acumulen en espacios que no están destinados a su almacenamiento, pero hemos de tener en cuenta que la siguiente relación siempre se verifica: Desorden es igual a poca seguridad.
Existen diferentes posibilidades para el almacenamiento de productos químicos que, o bien se utilizan a diario o se guardan por periodos mayores a 24 horas. Como norma general debemos mantener los productos químicos siempre en sus lugares de almacenamiento, considerando las diversas ubicaciones:
- Estantes o baldas. Muchas de los laboratorios presentan mesas habilitadas con baldas para mantener ahí los reactivos de trabajo que se utilizan a diario. La mayoría son disoluciones realizadas a partir de productos puros y se trata de volúmenes pequeños. En los estantes no se colocarán recipientes más grandes de medio litro y se tendrá en cuenta que los recipientes más grandes se colocarán en los estantes más bajos.
- Armarios de laboratorio. Permiten almacenar los reactivos que no presentan incompatibilidad de almacenaje de manera que pueden estar organizados por grupos.
- Armarios de seguridad. Se caracterizan por tener juntas de estanqueidad que evitan la salida de vapores peligrosos al exterior y están construidos con doble cuerpo con ventilación total exterior. Los compartimentos interiores están libres de metales y los cajones son estancos y fabricados en plástico. Existen armarios de seguridad para productos los productos inflamables, tóxicos, peligrosos o pestilentes que además tienen que estar convenientemente señalizados.
- Frigoríficos. Almacenar productos químicos en un frigorífico de tipo doméstico es una práctica habitual en el laboratorio. Permite mantener los reactivos a temperaturas inferiores a la ambiental y mantener su estabilidad, pero hemos de tener en cuenta que no deben utilizarse para almacenar productos inflamables y que los productos que se guardan en el frigorífico han de estar bien tapados.
- Salas interiores, anexas o separadas. Los productos que se almacenan en cantidad más grandes pueden guardarse en habitaciones destinadas a este uso. Cuando este espacio se encuentra totalmente cerrado dentro del laboratorio se denomina sala interior, y si presenta solo una pared compartida con el laboratorio pudiendo ser la sala interior o exterior se denomina sala aneja. En el caso de que no existan paredes comunes con el laboratorio diremos que se trata de una sala separada.