4.- Reactivos químicos.

Caso práctico

Retrato de Susana.

En los primeros días de prácticas es normal que cueste ir conociendo el espacio de trabajo. Son muchas cosas las que hay que aprender, recordar y localizar. Susana está buscando ahora el metanol en el armario donde se guardan los reactivos pero no lo encuentra. Ha hecho varios barridos en los estantes y nada… no hay manera. Decide pedirle ayuda a Carlos segura de que con cuatro ojos mirando no podrá esconderse mucho más.

Carlos, ayúdame que llevo ya tres repasos del armario y no veo el metanol.

—Es que igual no está en ese armario.

—¿Cómo no va a estar, si aquí tienen que guardarse todos los reactivos? Lo que pasa es que hay muchos y se me cuela.

—Todos no. ¿No te acuerdas que había algunos productos que debían almacenarse separados?

—¿Y eso?

—¿Pues porque eran inflamables por ejemplo. Anda, repasa un poco los apuntes de Técnicas…Je, je, esa te la debía.

—¡Es verdad… eso lo tenía olvidado!

La gran cantidad de reactivos que se utilizan en un laboratorio y las diferencias que presentan en cuanto a propiedades y niveles de peligrosidad hace que sea necesario un sistema exhaustivo de identificación y etiquetado de productos. Solo conociendo las propiedades de cada reactivo estaremos preparados para realizar un manejo correcto y organizar un sistema de almacenaje que minimice los riesgos del trabajo con sustancias tan diversas y peligrosas.

En este apartado vas a identificar cada reactivo y a reconocer la información que proporciona su etiqueta. Además aprenderás cómo acceder a las denominadas fichas de datos de seguridad, donde podrás encontrar una descripción exhaustiva de las características del producto y conocerás cuales son las consideraciones de incompatibilidad en cuanto al almacenaje de productos químicos, así como las posibilidades de mobiliario para el almacenamiento de todos los productos, incluidos los de almacenaje especial.