1.2.- Mobiliario de laboratorio.

Es importante que sepas que los muebles que se fabrican para laboratorios tienen que cumplir unos requisitos de resistencia y de ergonomía. Son muebles que van a estar sometidos a la acción de productos de fuerte reactividad lo que provocará una rápida erosión y deterioro del material, y además, al ser un lugar de trabajo continuado para el personal de laboratorio el mobiliario deberá adaptarse a la anatomía humana para evitar la aparición de lesiones.

En el laboratorio alternarás las posiciones de pie y sentado. Por ello, el banco de trabajo o poyata tiene una altura recomendada de unos 95 cm, de manera que el codo quede entre 5 y 10 cm por debajo. Cuando se trabaja sentado en espacios cortos de tiempo pueden utilizarse taburetes, pero si las tareas que se realizan son largas se requieren sillas equipadas con respaldo y reposapiés que proporcionen confort y equilibrio.

Las superficies de trabajo de los muebles del laboratorio serán impermeables y resistentes a desinfectantes, ácidos, álcalis, disolventes orgánicos y calor moderado.

Todo el mobiliario de laboratorio debe ser robusto y en su colocación debe dejarse suficiente espacio entre mesas, armarios y otros muebles, así como debajo de los mismos para facilitar la limpieza.

Disciplina científica que trata el diseño de los lugares y herramientas de trabajo en función de las características fisiológicas y anatómicas del trabajador.

Los movimientos y procedimientos repetitivos pueden provocar lesiones con el transcurso del tiempo. Para evitar la aparición de estas lesiones se aconseja realizar un diseño ergonómico del mobiliario de laboratorio teniendo en cuenta siguientes medidas:

Altura de la mesa:

  • Superficie de trabajo: para el trabajo de pie 90 cm. Para el trabajo sentado 72 cm.
  • Repisas: máximo 175 cm.
  • Barra inferior: opcional, > 15 cm.

Espacio posterior al puesto > 1 m.

Paso entre muebles > 90 cm.

Distancia entre dos puestos > 140 cm.