Es importante que sepas que los muebles que se fabrican para laboratorios tienen que cumplir unos requisitos de resistencia y de ergonomía. Son muebles que van a estar sometidos a la acción de productos de fuerte reactividad lo que provocará una rápida erosión y deterioro del material, y además, al ser un lugar de trabajo continuado para el personal de laboratorio el mobiliario deberá adaptarse a la anatomía humana para evitar la aparición de lesiones.
En el laboratorio alternarás las posiciones de pie y sentado. Por ello, el banco de trabajo o poyata tiene una altura recomendada de unos 95 cm, de manera que el codo quede entre 5 y 10 cm por debajo. Cuando se trabaja sentado en espacios cortos de tiempo pueden utilizarse taburetes, pero si las tareas que se realizan son largas se requieren sillas equipadas con respaldo y reposapiés que proporcionen confort y equilibrio.
Las superficies de trabajo de los muebles del laboratorio serán impermeables y resistentes a desinfectantes, ácidos, álcalis, disolventes orgánicos y calor moderado.
Todo el mobiliario de laboratorio debe ser robusto y en su colocación debe dejarse suficiente espacio entre mesas, armarios y otros muebles, así como debajo de los mismos para facilitar la limpieza.
Disciplina científica que trata el diseño de los lugares y herramientas de trabajo en función de las características fisiológicas y anatómicas del trabajador.