Cuando manipulas productos químicos pueden producirse derrames o vertidos al caer o romperse algún recipiente. La preparación de disoluciones en el laboratorio se realiza en volúmenes pequeños y con solo esta medida se consigue minimizar el riesgo de vertido y si en el caso de que ocurra un incidente se podrá tratar de una manera rápida y eficaz.

Ante un vertido o derrame lo primero que debes hacer es consultar la etiqueta del producto y su ficha de datos de seguridad, después debes utilizar los equipos de protección individual en función de la peligrosidad del producto y proceder de manera rápida para llevar a cabo su neutralización, absorción y eliminación.

Para realizar la neutralización y absorción del vertido pueden utilizarse kits comerciales preparados para absorber líquidos de diferente naturaleza y con una capacidad de absorción elevada. Si no se dispone de estos equipos se recomienda realizar la absorción con un absorbente de probada eficacia como son: carbón activo, arena o vermiculita.

Para algunos vertidos existen descritos procedimientos específicos de neutralización: