Te habrás fijado que en el laboratorio se utilizan equipos eléctricos para llevar a cabo desde funciones muy sencillas a otras muy complejas y que por tanto, se concentra en un espacio reducido un elevado número de aparatos eléctricos. Por este motivo, es importante considerar el riesgo que la instalación eléctrica puede generar en el personal y en la zona de trabajo.
La instalación eléctrica de cada laboratorio debe estar diseñada en función del tipo de trabajo que se realice y de los equipos que se requieran, de manera que la capacidad eléctrica del sistema sea la adecuada para evitar las sobrecargas.
Las tomas de corriente deben colocarse en número suficiente y encontrarse convenientemente distribuidas por todo el laboratorio para abastecer a los distintos equipos.
Los riesgos más importantes asociados a la utilización de los equipos eléctricos son: la electrocución y la explosión de vapores por chispas eléctricas.
Fallecimiento de una persona debido al paso de la corriente eléctrica por su cuerpo.